La lavadora es uno de los aparatos cuyo uso se puede programar en las horas valle. | Gemma Andreu

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Los menorquines no van a poder ahorrar en su factura eléctrica poniendo la lavadora de noche o de madrugada y si lo hacen en la mayoría de los casos infringirán las ordenanzas locales que velan por la buena convivencia vecinal.

Las normativas sobre ruidos de los ocho ayuntamientos de la Isla prohíben sin excepción utilizar en horario nocturno –como recomienda el Gobierno a raíz del cambio tarifario–, electrodomésticos que superen los límites de ruido establecidos, y lavadoras y secadoras se incluyen en ese tipo de aparatos molestos; incluso algunas ordenanzas van más allá y hablan de licuadoras o picadoras de carne cuyo funcionamiento pueda perturbar el sueño de los vecinos.

Desplazar el consumo eléctrico al horario nocturno y realizar actividades como poner la lavadora a partir de la medianoche, cuando comienza el tramo valle o más barato, para así reducir la nueva factura de la luz que entró en vigor el pasado día 1, choca con las normativas municipales y puede generar problemas de convivencia en una comunidad, especialmente si se trata de bloques de pisos, y así lo recogen las ordenanzas al definir el «ruido de vecindad» aquel que proviene de las tareas cotidianas en el hogar, las voces y gritos, el funcionamiento de aparatos y electrodomésticos o los sonidos que puedan proferir animales que se tienen como mascotas.

Todos los ayuntamientos establecen 30 decibelios como el valor límite de ruido en un espacio interior por cualquier tipo de emisor acústico, cuando se trata de viviendas o uso residencial y del horario nocturno, salvo el de Alaior que eleva ese límite a 35 decibelios. Ese nivel se refiere a las estancias generales de la casa, pero se reduce aún más en los dormitorios, siendo de 25 decibelios, a excepción de Es Castell, con 35 y Alaior con un tope de 30 decibelios.

Mercado

Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en busca de las lavadoras más silenciosas del mercado, señala que este tipo de electrodomésticos genera en el mejor de los casos un nivel de ruido de 46 decibelios durante el ciclo de lavado y 57 en el peor, normalmente porque se trata de aparatos más antiguos. La fase de centrifugado es la más molesta y la que provoca más ruido, oscila de media entre 58 y 70,5 decibelios. También la secadora de ropa es otro de esos aparatos ruidosos, ya que de media su funcionamiento emite unos 70 decibelios.

Las ordenanzas municipales consultadas permiten excesos en el límite de ruido establecido, siempre que este no se exceda en más de 3 o 5 decibelios del tope fijado. De este modo, el ruido de una lavadora funcionando de madrugada puede fácilmente pasar esos niveles.

En cuanto a los horarios, los municipios presentan variaciones, pero casi todos consideran el horario nocturno entre las 23 horas y las 8 horas del día siguiente. En Ciutadella, Es Castell y Alaior empieza a las 10 de la noche, una hora antes que en Maó, y otros pueblos introducen una franja más, el horario vespertino, que en Sant Lluís, Ferreries, Es Mercadal y Es Migjorn Gran va de las 20 a las 23 horas.

Según la nueva tarifa de la luz, justo en esas horas de descanso, de 0 a 8 horas los días laborables, es el tramo valle en el que la electricidad sale más barata.