De izquierda a derecha, Rayco Quesada, director; Mónica Llera, presidenta de TEA Menorca; Leonor Félix, presidenta de Nemo; Verónica Espinar, gerente; Johanna Barra, coordinadora; y Paloma Ojea, trabajadora social

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Terapeutas de la Fundación Neuro-Desarrollo y Movimiento (Nemo), entidad dedicada a los niños con diversidad funcional y sus familias, se desplazarán a Menorca para ofrecer sus tratamientos, que se centran en trabajar con el potencial de cada persona con una visión multidisciplinar. Nemo, que cuenta con 25 terapeutas y trata actualmente a 380 niños en Palma, se implantará en la Isla con la colaboración de la Asociación del Trastorno del Espectro Autista (TEA).

De hecho, ya están en negociaciones para el alquiler de un local que piensan reformar y abrir el próximo septiembre, pero para ello, explica su presidenta, Leonor Félix, necesitan de la implicación de empresas y particulares, ya que la entidad funciona gracias a donaciones que destina a sufragar las instalaciones, los equipos de profesionales y las becas Nemo para que familias con menos recursos también puedan afrontar el pago de las terapias.

«Nemo reinvierte todo su dinero en becas, buscando que las terapias sean lo más baratas posibles para las personas con necesidades», explica Félix, «no podemos desvirtuar la finalidad de la fundación». Por eso llama a toda posible colaboración de benefactores, la entidad necesita recursos para arrancar desde cero un proyecto ilusionante.

La presidenta de TEA Menorca, Mónica Llera, avanza que unas 270 personas podrán beneficiarse del funcionamiento de Nemo en Menorca. De hecho ya hay algunos niños con trastorno del espectro del autismo que acuden a Palma para recibir las terapias que ofrece dicha fundación, «pero hay personas de otras asociaciones con diagnósticos diferentes, de parálisis cerebral o enfermedades raras no solo autismo, que también van a Nemo para terapia o a que les hagan una valoración, que es gratuita», señala Llera. «A mí me gusta su modelo de trabajo», declara la presidenta de TEA, «porque parten de la capacidad y no de la discapacidad, desde que el niño es pequeño y con un equipo multidisciplinar».

Llera afirma que «me doy cuenta de que cada vez son más las necesidades y se necesitan recursos que no hay aquí», y precisamente la presidenta de Nemo, Leonor Félix, siendo menorquina, hace años que baraja la idea de que la fundación sin ánimo de lucro ofrezca atención en su isla natal.

Nemo nació del impulso privado cuando ella y Gregorio Codolá como padres afrontaron las dificultades de criar a un niño con necesidades especiales. «Desde TEA apoyamos a Nemo, tiene que estar en Menorca, es un proyecto social que llena un espacio que ahora no se cubre», señala Mónica Llera.