El 2019 es considerado un año excepcional, «registró un pico bestial», según lo analiza Miguel Ángel Sicilia, se alcanzó el mayor nivel de actividad de la década, por lo que si se compara la obra ejecutada en metros cuadrados entre 2020 y 2018, periodos más parejos, se concluye que no solo se ha capeado el temporal manteniendo el pulso laboral sino que la sensación que deja entre los profesionales del sector es que se ha logrado un buen resultado de actividad.
Recuerda que antes de que llegara el coronavirus ya se esperaba un bajón el año pasado por el brutal crecimiento de 2019, así lo indicaba la tendencia a la baja en los visados en el colegio de arquitectos. Por esa razón, haberse agarrado prácticamente a las cifras de trabajo e inversión del 18 transmite satisfacción.
El periodo de más dificultades y caída del trabajo en 2020 fue el del confinamiento, con presiones para que la construcción bajara del andamio como el resto de sectores. De hecho el trabajo estuvo parado y hubo de sortear muchas dificultades para recuperarlo, fue necesario un compromiso de todos los agentes implicados con el Govern para aplicar severas medidas de seguridad como única opción para volver a poner en marcha la hormigonera.
«No ha habido una caída drástica, se acentuó al hilo de las olas de la covid, una coincidió después del verano, que es cuando más repunta el trabajo, pero los datos globales son mejores que los del 16 y el 17, que ya fueron considerados buenos y marcaron la recuperación», declara Miguel Ángel Sicilia, presidente del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Menorca.
Ciutadella
Por municipios, la actividad se concentra en Ciutadella en niveles de alta desproporción respecto al resto de la Isla. Es líder tanto en obra nueva, que estriba sobre todo en chalés y viviendas unifamiliares en las zonas turísticas, como en reformas y ampliaciones de edificios existentes y sobre todo en inversión.
De las 87 edificaciones de nueva planta, que es la misma cifra que la de 2017 en este apartado, 25 (el 28 por ciento) se han levantado en suelo de este municipio. Y de las 472 obras que en la estadística del colegio de aparejadores computan como reformas y ampliaciones, 271 (el 57 por ciento) también corresponden a Ciutadella. Como consecuencia lógica, acapara el 34 por ciento del presupuesto ejecutado en 2020.
Entre el resto de municipios, el que ha registrado un mejor comportamiento en obras ha sido Maó, con 18 viviendas de nueva planta y 86 trabajos de reforma. Es Mercadal y Sant Lluís, que en los años previos han mostrado gran dinamismo con proyectos de chalés ejecutados en las zonas turísticas han mostrado un importante receso el año pasado, donde la obra se ha concentrado en las dos ciudades menorquinas.
En opinión de Sicilia, «el bache no se ha notado en la construcción, a pesar de la incertidumbre social y económica, el momento es bueno Y para este año señala que las perspectivas no son malas, «vuelve a invertir el mercado nacional, madrileños y vascos en particular», dice.
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