Actual torre de control del aeropuerto de Menorca | Javier Coll

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La puesta en marcha de la torre virtual del aeropuerto ha empezado su cuenta atrás. A finales de julio, AENA y Enaire rubricaron el convenio que va a hacer posible la instalación de la torre remota. Y ahora Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea licita el proyecto de obras para adecuar las dependencias. La primera inversión, dirigida a habilitar espacios, costará 1,5 millones (sin impuestos). La instalación se ubicará en el bloque técnico del denominado edificio AENA, que se halla muy cerca de la actual torre de control, al sur de la terminal. Justo delante de este bloque se encuentra el aparcamiento de AENA y el de autobuses.

Con una superficie de 796 metros cuadrados, el edificio será remodelado sin sufrir una notable modificación desde el punto de vista estructural ni arquitectónico. Se intervendrá a nivel de distribución de plantas. Ocupará toda la planta baja y parte de la primera. La sala de control remoto se ubicará en planta baja, mientras que en la primera se localizarán, solo utilizando el extremo noreste, las salas de simulación, área polivalente y el despacho del jefe de instrucción. En lo que respecta a la dependencia remota, habrá dos puestos de control y un tercero de apoyo y un vídeo wall de 360 grados para tener una visión panorámica (no se incluye en el presupuesto actual). Con el nuevo sistema, los controladores dejan de tener una visión física de la pista del aeropuerto y todo se controla a través de monitores. El Aeropuerto tiene una plataforma civil con hasta 37 estacionamientos de aeronaves.

El pliego de prescripciones técnicas indica que este bloque está actualmente ocupado por oficinas, si bien estas se trasladarán dentro de la terminal. Las obras no afectarán a la operativa del aeropuerto.

El proyecto no deja aún preparada la infraestructura para el servicio, sino que quedará pendiente el equipamiento para la puesta en marcha de la nueva torre de control remota.

AENA calcula, una vez adjudicadas las obras, un mes para el replanteo general, pedido de material y preparación de la actuación. Durante otras tres semanas se ejecutarán las demoliciones y el desmontaje de los elementos. Luego, calcula cinco meses y una semana para las actuaciones de adaptación de las instalaciones a los nuevos usos. Y se estiman otros doce meses como fase de apoyo para el tránsito de una torre convencional a la remota. Durante ese año Enaire instalará los equipos e irá entrando en uso la dependencia remota.