Los primeros turistas que podrán volver a pisar playa serán los propios menorquines y se quiere incentivar la demanda. | Gemma Andreu

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La Fundació Foment del Turisme está trabajando en el rediseño de su estrategia promocional con el objetivo de redirigir los esfuerzos económicos hacia el turismo más viable a medio plazo en función de las eventuales fases de desconfinamiento. Se baraja un despliegue progresivo con campañas dirigidas, en este orden, al mercado interior -de los propios residentes-, al mercado balear, incentivando la demanda interinsular, y al mercado nacional, presentando batalla en el complicado reto de atraer visitantes de la Península a las islas en temporada alta.

El órgano promocional del Consell está trabajando desde el primer momento en los posibles escenarios. Cada semana reúne a su comisión ejecutiva, integrada por la Asociación Hotelera de Menorca y por PIME, aunque las decisiones firmes no se tomarán hasta que se reúne el patronato, de representación más amplia. Sobre la mesa hay un objetivo común, paliar en la medida de lo posible los efectos de una temporada «sin precedentes, muy complicada», asume la responsable de Promoción Turística, presidenta de la fundación y del Consell, Susana Mora, quien subraya que la situación es difícil también en el ámbito de la conectividad. «Será un duro trabajo reabrir las conexiones».

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El trabajo se está llevando a cabo en diversas direcciones, aunque en un principio la intención es mantener la partida destinada a promoción, pero restando peso, que no olvidando, la promoción internacional. Hay que tener en cuenta que algunas campañas en los principales mercados extranjeros ya estaban pagadas y en este sentido se está queriendo lanzar un mensaje positivo entre turoperadores, compañías y agencias online. «No podemos abandonar la relación con los mercados», defiende Mora.

La cancelación de ferias y otras iniciativas promocionales permiten reenfocar partidas y una de las medidas que se están analizando es la posibilidad de trasladar los esfuerzos promocionales al primer trimestre de 2021, momento clave en la compra de vacaciones en los mercados europeos, con la vista puesta en la temporada del año que viene.

Volviendo al corto plazo se está preparando una campaña anómala en el ámbito turístico, destinada al mercado menorquín y aunando esfuerzos con la estrategia de impulso del producto local del departamento de Economía y Territorio. La idea es incentivar que tras meses de confinamiento los residentes salgan a otros puntos de la Isla, se alojen en establecimientos y consuman en la mal llamada oferta complementaria. Si bien insuficiente para los grandes hoteles, esta demanda podría ayudar a pequeños establecimientos rurales y de ciudad, así como a la oferta del turismo activo, siempre con medidas de seguridad y sin aglomeraciones.