Centro Carlos Mir de la Fundació per a Persones amb Discapacitat. | Archivo

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El pasado miércoles la Fundació de Persones amb Discapacitat de Menorca cesaba al que fue su gerente durante los últimos ocho años, Andreu Hernández. Una decisión que dividió a la Fundació en 2016, cuando estuvo al borde del cese y del que se salvó por siete abstenciones. Los nuevos estatutos establecen que quien ocupe el cargo de gerente, ahora denominado director administrativo y financiero debe constar de, entre otras atribuciones, «ilusión; interés en dirigir a personas; y un elevado nivel de inteligencia emocional».

Una necesidad ante el «crecimiento del número de servicios», y también del número de trabajadores, ya que, «hace menos de un año firmamos un acuerdo colectivo con nuestros trabajadores que son ya cerca de 200 personas», afirma Francisco Javier Blay, presidente de Down Menorca, que actúa como portavoz de todas las entidades integradas. Los nuevos estautos fueron aprobados en el Pleno del Consell de diciembre para establecer, «unos mínimos que tiene que cumplir el nuevo gerente, mínimos que no existían, con más motivación, una mejor relación con los trabajadores y toda una serie de competencias que en estos momentos no veíamos que se pudieran llevar a cabo con quien ocupaba el cargo», explica este miembro del patronato. Añade que «no es nada personal, sino que es el momento de crear nuevas estructuras, las antiguas no nos sirven ante un crecimiento abismal», dice refiriéndose a hace 12 años, cuando se creó la Fundació.

Nuevas funciones

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La nueva figura de director administrativo también debe contar con otras atribuciones, como son, «la competencia profesional adquirida a través de formación superior de grado universitario y experiencia laboral», según establecen los estatutos en su capítulo III.

El personal es otra de las funciones de la nueva figura, en cuya materia deberá «ejercer la dirección general y desarrollar la gestión de personas», entre las que se incluye la de, «ser el interlocutor con los órganos de representación del personal».

Un camino nuevo para el que según afirma Francisco Javier Blay, «necesitamos dar un nuevo giro a la situación y afrontar el futuro con mayores garantías y mejor formación».