Vacas frisonas pastando en una finca en las proximidades del Camí d’en Kane | Gemma Andreu

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Menorca se mantiene como la isla ganadera por excelencia en lo que se refiere al vacuno y la producción láctea, su cabaña supone más del 69 por ciento del censo bovino balear, incluso ha ganado peso porcentual y eso que el número de reses y de explotaciones, especialmente lecheras, sigue en descenso. El último registro de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de 2018 fija en 16.937 el número de cabezas de ganado en la Isla, de éstas 10.162 son vacas (son 409 vacas menos que en 2017) y 4.255 son teneras. En cuanto a las explotaciones ganaderas, Menorca cuenta con 355, también este número es inferior, se han perdido 74 negocios en un año, entre explotaciones de leche, de carne y de engorde. El último censo indica que hay 137 fincas dedicadas a la producción de leche cuando en 2008 eran 181.

Aún así Menorca lidera la actividad porque la situación del sector es peor en el resto del archipiélago. En Mallorca el censo bovino ha descendido en 5.300 cabezas en los últimos diez años; 2.482 reses en solo un año, desde 2017. Y en cuanto a Eivissa el sector tiene una presencia testimonial, de las 371 vacas que había en 2008 se ha pasado a 65 en el último censo. Las Pitiusas tienen otro tipo de producción como porcina y ovina, también cuentan con un mayor censo de abejas, pero el peso agrícola está muy lejos del que representa para el PIB de Menorca.

El Parlament aprobó el pasado noviembre instar al Govern a redactar un plan estratégico para el sector ganadero de Balears. La iniciativa del PP fue apoyada por el resto de grupos políticos en la comisión de Economía. Los populares también reclaman que sea Menorca, precisamente por el peso que mantiene del sector primario, la que se lleve el 60 % de los fondos con los que inicialmente se dotará el plan, 300.000 euros para el conjunto de Balears.