Mae de la Concha, en el Parlament | T. AYUGA

TW
27

La Federación de Servicios Públicos de UGT (FeSP-UGT) ha expresado este lunes su «estupefacción» por las declaraciones de la consellera de Agricultura y Pesca, Mae de la Concha, en las que manifestaba su imposibilidad de llegar a fin de mes sin el complemento de insularidad de 22.000 euros, que se suma a su sueldo de 60.000 euros más dietas. Ante esto, le han ofrecido, de manera irónica, un manual para sobrevivir con «poco más de 1.000 euros» en Balears.

Desde el sector de la Administración General del Estado (AGE) de UGT consideran que el tránsito de De la Concha por las «privilegiadas altas esferas políticas» le han mermado su «capacidad de comprensión de la realidad» y la «han alejado» de los «planteamientos políticos de Podemos y de los problemas cotidianos de la ciudadanía».

«Para este síndrome de despacho oficial, UGT le ofrece, sin gasto alguno, un manual, elaborado por el personal del Estado destinado en Balears, para poder malvivir en las Islas con salarios de mileuristas y complementos de residencia por debajo de 50 euros mensuales», ha ironizado la organización sindical.

Por otro lado, UGT ha recordado que de la Concha votó en contra de una proposición no de ley presentada en el Senado, en la que se solicitaba la mejora del complemento de insularidad.

«Fue una posición contraria a la que tomó Unidas Podemos en el Parlament balear meses antes» y, desde el sindicato, consideran que el sentido del voto de la consellera «negaba» la mejora de las condiciones de vida a todo el personal al servicio del Estado en Baleares y «empeoraba» la calidad del servicio público.

«Garantizamos que los problemas económicos de los miembros de Podemos y sus decisiones políticas serán recordados en los próximos comicios electorales», han advertido. «No podemos consentir que en el futuro Mae de la Concha y su equipo sigan sufriendo estas penurias económicas», ha incidido el sector de AGE de UGT.

De esta manera, UGT pide a Unidas Podemos «una reflexión profunda» y la toma de decisiones correspondiente, ya que, a su juicio, estas actitudes provocan «el descrédito político» y «el voto de castigo» hacia las opciones progresistas.