La última jornada de «Diàlegs davall s’aigua» tuvo lugar en el Club Náutic Ciutadella | Josep Bagur Gomila

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Los episodios de aguas verdosas que tienen lugar durante el verano ya no son nada nuevo en determinadas calas de Menorca como Cala en Porter o Cala Blanca u en otras de manera más puntual. Aunque este fenómeno se da a través de un componente natural, como es el fitoplacton, no podemos olvidar que el origen del proceso es el exceso de nitratos en el mar que, sumado a las altas temperaturas, favorece la proliferación de esta alga.

Aunque es fácil identificar el efecto visible de este proceso (tono verde) y no es perjudicial para la salud humana (de ahí que no sea un motivo para prohibir el baño), no deja de tener un efecto negativo para el medio marino. Así se puso de manifiesto durante la tercera y última jornada del ciclo «Diàlegs davall s’aigua», organizado por el Institut Menorquí d’Estudis (IME), la Estación de Investigación Jaume Ferrer y la Fundación para la Preservación de Menorca.

«No se trata de una contaminación química ni bacteriana, pero produce una reducción de la luminosidad y del oxígeno que produce el deterioro de algas y plantas», reveló la técnica del Centro Oceanográfico de Balears, Maria Elena Cefalí que, junto a la técnica del Observatori Socioambiental de Menorca (Obsam), Eva Marsinyach, inauguró el encuentro con la charla «¿Cuáles son las amenazas de nuestro oro azul?». «No tiene efecto sobre nosotros pero tiene un impacto sobre los habitantes del mar», añadió Cefalí. Así pues, el verdadero problema de este fenómeno, cada vez más recurrente, deja de ser el impacto visual que pueda provocar, sino el daño que produce en la flora.

La única manera de ponerle fin a la problemática es, según afirmaron las técnicas, aplicar medidas para reducir los niveles de nitratos del mar, empezando por los acuíferos que ya están altamente contaminados y filtran constantemente agua contaminada al mar. «Existen alternativas, pero hay que buscarlas y aplicarlas», defendió Cefalí.

En este sentido, Marsinyach, como representante del Obsam, mostró su compromiso de «seguir, insistir, buscar datos, inventariar zonas y dar con todos lo resultados de nitratos», más allá de las evidencias visibles. «Solo así podremos sacar conclusiones, hacer un diagnóstico y exigir medidas», aseguró. Solo así, podrá actuarse en consecuencia.

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