Una calle en el centro del pueblo de Llucmaçanes, donde el alcantarillado ya se puede estrenar. | ARCHIVO

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Los vecinos del casco urbano de Llucmaçanes ya pueden conectarse a la red general de alcantarillado de Maó y verter allí sus aguas residuales. El Ayuntamiento ha recepcionado las obras de la canalización en el subsuelo y ha avisado a los residentes, sin fijar un plazo, de que deben gestionar la acometida a través de la concesionaria del servicio de agua y saneamiento del municipio, Hidrobal. Un tramo de conducción, entre las casas y la red general, cuyo coste tienen que asumir los particulares. En el mismo escrito dirigido a los vecinos advierte de que, a partir de esta conexión, no se podrá verter aguas residuales y fecales a las fosas sépticas que hasta ahora han venido funcionando.

La Asociación de Vecinos de Llucmaçanes ha recibido la puesta en funcionamiento de la red de alcantarillado con satisfacción, ya que es el principio del final de un proceso extraordinariamente largo, «ya tocaba, las primeras conversaciones se iniciaron en 1999 cuando era alcalde Arturo Bagur», recuerda el presidente de la entidad, Antoni Carreras.

No obstante la conexión, recuerda Carreras, solo es posible de momento en el centro del pueblo, no en los caminos. Las casas en el Camí de Baix y el Camí de Na Ferranda no pueden aún verter en la red general, y eso que en ambos está construida la infraestructura subterránea, en el caso de Na Ferranda desde los años 2005 y 2006. Carreras recordó ayer que las viviendas en dichos caminos también «tienen derecho» a conectarse a la red general, «debe existir una solución, nunca nos han dicho que no se puedan conectar».

Catorce años después

Entre 2005 y 2006 se iniciaron las obras de la canalización en el tramo del Camí de Na Ferranda donde hay más casas. La infraestructura se creó en 2007 y 2008 en el centro del pueblo, pero el proyecto quedó parado, explicó ayer el presidente de la Asociación de Vecinos, Antoni Carreras, y ahora, 14 años después de que comenzaran los trabajos, se dispone de la conexión. Incluso en la última parte de esta obra que se ha eternizado en el tiempo ha habido retrasos. Las conducciones se acabaron el verano pasado pero la demora en la conexión eléctrica de la estación de bombeo alargó la espera.