El Govern inicia un control exhaustivo de las emisiones contaminantes en Maó. Especial atención a los óxidos de nitrógeno por sus efectos en la salud. | GIB

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La presencia de dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire de la ciudad de Maó está muy lejos de los niveles legales establecidos. Es lo que concluye la «exhaustiva» campaña que hace un año puso en marcha la Conselleria de Territorio, Energía y Movilidad del Govern, a petición del Ayuntamiento de Maó, para controlar la calidad del aire en la ciudad de Llevant, con la instalación de 72 sensores en 21 puntos distribuidos por el municipio.

Desde el 23 de enero hasta el 23 de octubre, estos sensores han recogido información sobre los niveles de uno de los contaminantes más preocupantes, N02, que se forma de los procesos de combustión a altas temperaturas como los que producen los vehículos motorizados, la central térmica y la actividad portuaria. El dióxido de nitrógeno es además el principal precursor del ozono, un contaminante secundario que en el municipio viene arrojando valores negativos.

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