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Las pequeñas y medianas empresas de Menorca, dedicadas al sector turístico, no han visto cumplidas las expectativas vertidas sobre la temporada turística de este año, admite la patronal PIME. Y es que según su encuesta, en la que han participado más de 250 empresas menorquinas, el 60,73 por ciento de los negocios turístico declara que ha facturado menos que la temporada d 2017, mientras que un 12,96 por ciento asegura que ha aumentado beneficios y un 26,32 por ciento asegura que se ha mantenido estable.

Por tipo de negocios, la peor parte se la han llevado los sectores de alquiler de vehículos y el comercio, que solo han mejorado la facturación un 4,2 y un 7,8 por ciento de los negocios, respectivamente, y un 87,5 por ciento de los ‘rent a cars' y un 69,6 por ciento de los comercios declaran que ha facturado menos que el año pasado. No les ha ido mejor al sector de la restauración, donde solo han aumentado su facturación un 11,5 por ciento de los bares y restaurantes. A los que les ha ido mejor a los agroturismos (un 33,3 por ciento declara más beneficios), seguido de las viviendas turísticas y vacacionales (27,8 por ciento) y las empresas náuticas (21,9 por ciento).

Desde PIME son conscientes que la “temporada 2017 fue excepcional”, como “un espejismo con turistas cuyo destino originario no era Menorca, sino que países como Turquía, Egipto y Túnez estaban aún despertando”.Entre las causas de la caída destacan la bajada del número de turistas británicos debido a los efectos del Brexit, la bajada de la libra lo que “les hace ser más conscientes de la necesidad de controlar el gasto en vacaciones y, por tanto, seguir viajando pero decantarse por viajes más asequibles”. A ello hay que añadirle “nuestro ‘brexit' particular, la quiebra de Monarch, una compañía aérea que siempre incluía plazas utilizadas por turoperadores y que no ha suplido ninguna otra compañía durante el verano”.

También apunta “las consecuencias negativas que ha provocado de cara el turismo la prohibición de facto del alquiler turístico en Menorca con su zonificación”, a lo que hay que sumar una serie de políticas que “no favorecen en absoluto a que el destino Menorca se consolide en los mercados emisores”, como “el impuesto turístico y la subida de esta temporada, el cierre del acceso público a algunas playas como Macarella o Favàritx, el deplorable estado de la carretera general en obras desde hace más de cuatro años, la falta de inversiones en infraestructuras en las urbanizaciones, el estado en el que se encuentran muchas playas, sin arena y sin limpieza, la falta inicial de servicios de socorrismo y de hamacas y servicios, la limitación que impone el decreto de posidonia para que los navegantes puedan acceder a zonas costeras, la obligación de sustitución de vehículos de alquiler por eléctricos sin contar con las repercusiones para las empresas locales,…”,relata PIME.De cara al futuro, PIME no es muy optimista. Cree que la temporada de 2019 será similar a la de este año y recuerda que el “Gobierno ha rebajado nuevamente su previsión de crecimiento económico para 2018 y para 2019, en un contexto de desaceleración del global de la economía española”, y que “la creación de empleo se ha moderado y los índices de confianza de consumidores y empresarios ha regresado a cifras de meses atrás”.

En cuanto al último mes de octubre, PIME destaca que esta temporada “no podría tener un final más trágico”, en referencia al gran apagón que “coincidió con los últimos turistas que nos visitaron esta temporada”. En el mes de octubre, solo el 15,9 por ciento declara haber aumentado la facturación, por el 39,3 por ciento que se mantiene estable y un 44,8 por ciento que afirma que ha bajado los ingresos.