Pero ahora la mayoría de avisos que llegan al Consell vienen de Ciutadella, tal y como afirma el director insular de Medio Rural y Marino, Miquel Truyol. «Las quejas por parte de propietarios de palmeras han aumentado, sobre todo, en Ciutadella», señala.
Aún así, estas quejas no pueden traducirse en un número concreto de casos de rhynchophorus ferrugineus, nombre científico del insecto, ya que no existe, a día de hoy, un seguimiento continuo del mismo.
Tan solo se realizó un muestreo de la plaga durante sus primeros años, concretamente hasta el 2016, con tal de observar su evolución, ahora innecesario desde el punto de vista de la administración.
No obstante, tanto el aumento de quejas, como las circunstancias meteorológicas que se han dado este año, apuntan a que la presencia del picudo rojo en la Isla sigue proliferando. «Las abundantes lluvias de primavera y, también, de finales de verano han podido favorecer el incremento de cualquier insecto», recuerda Truyol.
Tratamiento
Asimismo, otro aspecto a destacar de esta problemática es que la responsabilidad de mantener las palmeras bien cuidadas pertenece a sus propietarios, que deben procurar destruir las partes afectadas por la plaga.
La buena noticia aquí, según el director insular, es que los tratamientos funcionan si se realizan bien. «Quien trate la palmera la salva», asegura.
Eso sí, en terrenos municipales Truyol constata que los ayuntamientos también están tratando las palmeras infectadas y que realmente están trabajando encima de la plaga.
1 comentario
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Hay que darse prisa. Y poner mas empeño en este asunto que nos afecta a todos