En la zona centro se abrirán dos nueves hoteles. | Josep Bagur Gomila

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Ciutadella descarta de momento una moratoria que impida la implantación de más hoteles en el centro de la ciudad. La junta de portavoces celebrada ayer, con representación de todos los partidos políticos, abordó el malestar que algunos vecinos de la zona trasladaron la semana pasada a la alcaldesa y al concejal de Urbanismo a raíz del alud de hoteles que copan el núcleo histórico.

Todos los partidos políticos, excepto el PSM, tienen claro su posicionamiento. Ven inviable una moratoria y rechazan cualquier cambio normativo para evitar más hoteles de interior. Y no hay expectativas de que prospere, creen. El PSM, sin embargo, comparte la preocupación de los vecinos, pero no tiene una decisión tomada.

Para los vecinos, este boom de hoteles de interior contribuye a la despoblación residencial de la zona, a la gentrificación, y favorece que «el núcleo antiguo se convierta en un decorado turístico».

La portavoz socialista, Noemí Camps, asegura que el partido mantiene la misma postura de cuando se modificó el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico-Artístico de Ciutadella. Este cambio supuso dar el uso hotelero a una treintena de edificaciones residenciales del casco histórico de la ciudad.

Camps indica que esta modificación contribuye a que exista una oferta más, la cultural, distinta a la del sol y playa. Ayuda a promover la actividad turística fuera de la temporada y permite la restauración de viviendas. Piensa, no obstante, que hay que garantizar el equilibrio entre la actividad económica y el descanso de los vecinos a través del cumplimiento de las ordenanzas. Se muestra extrañada con sus argumentos en cuanto a la saturación de las infraestructuras. «Son hoteles de pocas plazas, que no incrementan el número de personas que residirían en esa casa». Entiende las molestias que sufren por las obras pero «para solucionar eso no hay que optar por una moratoria». Reconoce que el equipo de gobierno no tiene una postura unánime.

Por su parte, Gent per Ciutadella tampoco ve viable un cambio en la dinámica actual porque «daríamos pie a la discriminación». Sebastià Servera considera que hay que valorar las consecuencias en conjunto porque «ahora padecen las molestias de una confluencia de obras que sin esta modificación del Plan Especial no sufrirían, pero quizás estaríamos hablando de otras, como las que causan las casas abandonadas, con plagas de palomas o presencia de roedores». Sí cree que hay que buscar un equilibrio.

El PP descarta cualquier fórmula que suponga «poner palos en las ruedas» a la dinamización económica. Joan Benejam asegura que gran parte de los proyectos de hotel han dado vida a edificaciones cerradas y en ruinas, que no se usaban como vivienda, de ahí que niegue la despoblación. Tampoco comparte que el turismo de hoteles de interior genere molestias.

El portavoz de UPCM, Joan Triay, tampoco es partidario de discriminaciones con moratorias puesto que generaría «inseguridad jurídica y un riesgo económico» para el Ayuntamiento. Es una medida de «dudosa legalidad». Anima a «intensificar la eficacia en hacer cumplir la normativa existente», teniendo en cuenta que los vecinos denuncian incumplimientos por parte de constructoras.