El comité insular de Ciudadanos, reunido en Ciutadella | Josep Bagur Gomila

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Con método, sin prisas y con el viento electoral de cola, Ciudadanos prepara su irrupción política en mayo de 2019. Concurrirá en todas las circunscripciones, «es estratégicamente necesario», argumenta Jesús Méndez, secretario de organización del partido en Menorca, «no se puede crear confusión cuando hay doble o triple elección, como es el caso de las elecciones locales en que se vota ayuntamiento, Consell y Parlament». El año que viene, la convocatoria será además cuádruple, ya que se añadirán las del Parlamento europeo.

En 2015 se presentó con candidaturas afines, Ciudadanos de Menorca en Maó, en Ciutadella como UPCM y al Consell y al Parlament una coalición formada por ambos. Son las dos células desde las que se ha gestado Ciudadanos en Menorca.

No hay prisas en la elaboración de las listas que por primera vez se presentarán con la marca Ciudadanos, el partido se ha marcado una moratoria de seis meses para abrir ese capítulo. «Antes estamos trabajando en la consolidación de la estructura, en crear la máquina, el marco de ideología y práctica y elaboración de propuestas», explica Méndez , «lo de rellenar listas es ahora mismo secundario».

Sin embargo, ya han hecho cuentas, saben que necesitan 120 nombres para completar las candidaturas. Si se tiene en cuenta que algunos candidatos podrán formar parte de dos listas -municipales y Consell o Parlament- serían 80 candidatos y con esos números trabaja la Ejecutiva. Los afiliados no pasan en estos momentos del medio centenar, por lo que la búsqueda de, preferentemente, «buenos profesionales, gente preparada para la gestión de la cuentas públicas, de eso se trata» ya ha comenzado. «No somos un partido al uso, destacamos la confianza en las personas y en sus capacidades y que se idenfiquen con el proyecto de honradez y manos limpias, valores imprescindibles», advierte.

Sabe, por otra parte, que llegarán aventureros atraídos por la ola Ciudadanos y tampoco renuncian a captar gente válida procedente de otras organizaciones, aunque la experiencia no es una circunstancia especialmente valorada a tenor de la corrupción conocida. «Tenemos un proyecto, de estado moderno definido por el imperio de la ley, son condiciones que atraen candidatos y electores», precisa, como valoración de las encuestas que vaticinan una ola naranja al estilo de la ola Podemos. Si esta se originó a partir de las europeas de 2014, la de Ciudadanos tomaría punto de partida en las catalanas de diciembre. Desde entonces las encuestas marcan una tendencia al alza que, en el mejor de los casos, sitúa la intención de voto en un 20 por ciento.

Tampoco hay prisas por participar en el debate insular, «en discusiones de si son rotondas o nudos como los llaman ahora, lo que queremos es elaborar un programa para gobernar», aunque sí valora el momento político, caracterizado por «la arbitrariedad y la incoherencia, al mismo tiempo que te venden que se ha logrado traer más turistas con algún turoperador se cuestiona la masificación que produce el turismo. Sería absurdo participar de ese pandemónium», agrega.

En estos planteamientos trabaja desde hace cuatro meses el comité insular, que además de Méndez, está formado por Joan Canals, coordinador; Manel Bonmatí, portavoz; Bep Llull, comunicación; Eudimio Carrasco, relaciones institucionales; Joan Triay, programas; Eugenio Ayuso, agrupación del centro; Andrés Spitzer y Miguel Bueno del Amo.

Ese reparto de funciones y la estructura centralizada del partido deja diluido el liderazgo insular, aunque en principio es Méndez quien asume buena parte de esa responsabilidad.