Una especialista controla el equipo de radioterapia del Hospital de Can Misses en Eivissa. | Toni Escobar

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Solo los enfermos de cáncer que ya habían comenzado su tratamiento de radioterapia seguirán yendo a Palma después de que este lunes día 11 se ponga en marcha el acelerador lineal del Hospital Mateu Orfila. Los pacientes diagnosticados en las últimas semanas -siempre adultos, ya que la oncología pediátrica se seguirá practicando en Son Espases-, y que según el criterio médico, han podido aguardar a contar con el servicio en la Isla, iniciarán y completarán las sesiones sin tener que viajar a Mallorca, un avance largamente esperado en la sanidad menorquina. El equipo médico ya ha trabajado en las consultas para elaborar el cronograma de utilización del nuevo aparato, mientras que se aguardaba el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear, que se produjo el pasado martes.

Básicamente los técnicos del Consejo de Seguridad Nuclear inspeccionaron el búnker que alberga la maquinaria, cuyos muros tienen un grosor de un metro y están hechos de un hormigón especial, para comprobar que no existe ningún riesgo de fuga de radiación. «Después la instalación pasará revisiones periódicas», informan desde el Grupo Asistencial Juaneda, concesionario del servicio y que ya gestiona asimismo el del Hospital de Can Misses, en Eivissa.

Los responsables de Juaneda calculan que solo un 2 por ciento de los casos oncológicos que necesitan radioterapia, los de mayor complejidad o que requieran tratamientos muy específicos, tendrán que ser derivados a partir de ahora fuera de Menorca, al Hospital Juaneda Miramar de Palma o incluso a la Península. El resto, que serán la gran mayoría de pacientes, se evitarán el hasta ahora costoso desplazamiento, tanto para ellos como para la sanidad pública. En cuanto a los que ya han iniciado la 'radio' y deban continuar viajando a Palma, se debe a que el protocolo médico oncológico lo exige así, «no es recomendable cambiar de equipo en mitad de un tratamiento, todo es muy milimétrico», aseguran los especialistas. En cuanto al volumen de pacientes que se podrán tratar, es prematuro cifrarlo. «La máquina puede radiar de las 8 a las 22 horas», señala el Grupo Juaneda, «incluso intervalos de 20 a 30 minutos por paciente, pero en seis meses o un año se sabrá realmente cuántos enfermos pasan».

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