La carretera general a la altura de La Argentina, en el tramo con las obras paralizadas desde hace dos años. | Javier Coll

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El Consell tiene en caja algo más de nueve millones de euros para financiar las obras de la carretera previstas para este año. La semana pasada comenzaron las del tramo Ferreries-Ciutadella y en breve se reanudarán las de la rotonda de entrada a Alaior, que también están adjudicadas. Cuentan con financiación merced a esa cantidad transferida por el Ministerio de Fomento en cumplimiento del convenio de 2007, aunque todavía no se ha incorporado a los presupuestos de la institución.

Serán, sin embargo, los últimos fondos adelantados para la obra, ya que a partir de ahora la aportación del Ministerio se realizará contra factura, con justificación de las obras realizadas, procedimiento al que habrá que recurrir a partir del año que viene. El cambio de criterio se realizó en los años de la crisis y después de haberse constatado que el dinero adelantado se hubiera destinado a otros fines, según denunció el portavoz del PP Santiago Tadeo.

El conseller de Movilidad, Miquel Preto, está más preocupado, sin embargo, por la aprobación de la nueva addenda del citado convenio por parte del Consejo de Ministros. La negoció en septiembre de 2015 la presidenta Maite Salord en Madrid para prorrogar un año, hasta 2018, el calendario de inversiones pero el largo periodo, casi un año, de gobierno en funciones ha dejado aparcado el tema. Y vista la evolución del proceso de redacción y adjudicación del proyecto, un año más no es suficiente.

El conseller tiene pedida cita desde abril con el Ministerio para reactivar la addenda y sobre todo para negociar nuevos plazos a la vista de que en el año y medio que queda parece improbable que se pueda culminar la reforma integral de la Me-1.

Preto descarta que la financiación sea un problema, «al Ministerio le preocuparía más pagar lo que falta -unos 20 millones de euros- de golpe que en más plazos», opina. Esa premisa favorece la prolongación en el tiempo de las obras, que podrían extenderse a los años 19 y 20. La previsión realista apunta a que el tramo que ahora comienza no estará acabado hasta 2018, ese año se adjudicaría el Maó-Alaior y a continuación el tramo Alaior-Ferreries. El nuevo calendario también ha de negociarse con el Ministerio.