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El informe del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), que es el organismo que presenta las propuestas a la Unesco para la declaración de patrimonio mundial, cuestiona hasta ocho puntos del expediente presentado por Menorca. El revés no ha torcido, sin embargo, la voluntad del Consell, que ya ha comenzado a trabajar en la revisión para presentarse a la próxima evaluación, la de 2019, «salvo que no lleguemos con garantías, en ese caso iríamos a la de 2020», anuncia la presidenta Maite Salord.

El informe analiza los aspectos que son suceptibles de mejora. En algunos casos se pide «una ampliación de los argumentos aportados para justificar el valor excepcional universal», explica el conseller Miquel Maria. En otros, se plantea la revisión y reformulación de esos argumentos, puesto que en la actualidad «no demuestran de manera suficiente el cumplimiento de los criterios» para ser declarados patrimonio mundial.

La selección de 32 bienes
Icomos cuestiona de entrada la selección de 32 bienes de la prehistoria -talayotes, recintos arqueológicos u otros monumentos- que forman parte de la candidatura. La lista es discutida desde el punto de vista concreto de algunos de ellos y «en relación con aquello que entendemos como cultura talayótica», agrega Maria.

Acotar el periodo
No toda la prehistoria puede considerarse parte de la cultura talayótica. El informe pide una mayor precisión en el uso del concepto cultura talayótica, pues del que se hace del mismo en el expediente se desprende que abarca un periodo temporal demasiado extenso. La candidatura presenta, en efecto, monumentos de cada época y tipología. Icomos considera que se ha reducir el marco cronológico y presentar bienes de un periodo más acotado.

Incluir materiales de la época
Además de la arquitectura de la época, de la que forman parte los bienes inscritos, el informe recomienda incluir otros bienes materiales de la épcoa talayótica, como la cerámica o la metalurgia.

Órgano y programas de gestión específicos
Icomos recomienda crear un órgano de gestión y un programa específico para los bienes seleccionados en la candidatura, al margen de la gestión que actualmente realiza el servicio de patrimonio del Consell.

Implicación de los propietarios
En línea con el punto anterior, el organismo internacional recomienda también organizar un sistema de reuniones regulares con los propietarios de los bienes de titularidad privada pra su implicación en el proyecto de forma más activa y responsable.

Vigilancia
En el apartado de la gestión, se propone crear una estructura para la vigilancia de la red de bienes incluidos en la candidatura mediante un sistema de informes periódicos estandarizados.

Entornos alterados
De forma secundaria, según la lectura que el conseller hace del informe, se cuestiona la autenticidad del entorno de algunos de los monumentos y de la dificultad de acceso a algunos de ellos. Cita dos casos concretos, el hipogeo de Torre del Ram y la sala hipóstila des Galliner de Madona, que se ha visto afectado por la construcción de edificios próximos durante el pasado siglo XX.

Limpieza deficiente
Los autores del informe no pasan por alto las pequeñas faltas de adecentamiento de algunos recintos. Entre ellas señalan grafitis, pequeños charcos de agua de lluvia en algunas cuevas o crecimiento de la vegetación que no se ha mantenido a raya. A las citadas prescripciones se añade el debate de la inclusión o no de bienes de la cultura talayótica mallorquina en una hipotética presentación de la candidatura como bienes seriados o la alternativa de paisaje cultural. La presidenta Maite Salord destaca que, entre las conclusiones posibles del informe (inscripción para la declaración en julio, la inscripción el próximo año o la negación de la candidatura), figure la opción de revisarlo con una reformulación.