Uno de los mareógrafos instalados esta semana en el Muelle Este de Son Blanc | Darrera

TW
5

Cada vez que se cierra el puerto de Ciutadella suele haber quejas. Ya sea por parte de las navieras, por los capitanes de los buques que no han dejado amarrar en el dique de Son Blanc o, incluso, del puerto de Maó, que tiene que asumir el tráfico de Ciutadella.

Los criterios para cerrar el puerto están clarificados en el Plan de Cierre, aprobado por Capitanía Marítima, aunque la orden de no dejar atracar los barcos la da el práctico o el responsable del puerto de Ciutadella (dependiente de Ports). El problema es que los datos de las diferentes estaciones y mareógrafos instalados en Ciutadella, que miden el viento y el oleaje, se refieren a la bocana del puerto y no al interior, por lo que no cuentan con información precisa a la hora de decidir si se cierra o no, de allí las discrepancias entre las partes.

Ahora, el Govern intenta acabar con esta problemática y quiere que el puerto de Ciutadella cuente con «unos datos más objetivos», que permitan decidir cuándo se cierra, explica el director general de Ports, Xavier Ramis.

Lea la noticia completa en la edición impresa del 13 de mayo en Kiosko y Más