La Casa Real pone en venta los inmuebles de la ‘herencia Balada' por 3,5 millones

El más importante de ellos es el que fuera su residencia habitual, un palacete ubicado en la plaza Joan de Borbó cuyo valor alcanza el millón y medio de euros. Es una vivienda de más de 500 metros cuadrados con un solar al lado, que supera los 600 metros cuadrados, en el que se podría construir un bloque de viviendas.

A diferencia del resto inmuebles, éste no es propiedad de la Fundación Hesperia, creada tras el fallecimiento de Balada para gestionar parte de su legado, sino de los ocho nietos de los reyes eméritos, tal y como figura en el Registro de la Propiedad.

Nadie habita allí desde que su propietario falleció en noviembre de 2009. No obstante, un equipo de servicio se encarga del mantenimiento de la vivienda.

La Casa Real también ha puesto a la venta un edificio de 536 metros cuadrados de la calle Jerònia Alzina. Está dividido en ocho viviendas y en todas ellas hay inquilinos, algo que dificulta su traspaso. La mayoría de los que viven en ellos pagan una renta antigua, es decir, un precio de alquiler muy por debajo del valor de mercado. La finca tiene más de 50 años y algunas de las viviendas tienen serias deficiencias.

Otro de los inmuebles a la venta es un edificio de tres plantas ubicado en la calle Gustavo Mas, a pocos metros de la céntrica plaza de Es Pins. Consta de 167 metros construidos, repartidos a partes iguales en vivienda y garaje. Dispone de tres habitaciones, un baño, terrado, derecho a vuelo y lavadero en el garaje.

Sin embargo, también se encuentra deteriorado y algunos puntos están apuntalados por seguridad. Su precio de venta es de 175.000 euros aunque requiere de una reforma integral.

Esta vivienda puede consultarse a través del portal de la inmobiliaria Artrutx, a quien la Fundación Hesperia, que gestiona parte de la herencia del menorquín, ha encargado su traspaso a través de la la agente Esther Pons.

Por último, también han puesto en el mercado un inmueble de tres alturas en la calle Federico Pareja, cuya planta baja es la conocida cafetería Royal.

La intención de los reyes es mejorar la situación financiera de la Fundación Hesperia, que ha efectuado notables donativos en los últimos años a entidades sociales e iniciado una gran inversión en la rehabilitación de la emblemática farmacia Llabrés.