En total se retiraron alrededor de dos toneladas de material sumergido, según explicó el concejal de Medio Ambiente, Urbanizaciones, Industria y Turismo del Consistorio, Llorenç Carretero.
De este modo se pone punto y final a una actuación que comenzó hace 15 días, pero que tuvo que detenerse la semana pasada a causa del mal tiempo, que hizo imposible continuar con los trabajos. La retirada de los muertos contribuirá a la recuperación del fondo marino y a que la cala, muy transitada durante la temporada turística, sufra menor desgaste y erosión. El coste total de esta actuación asciende a 1.500 euros, no obstante, en los próximos meses deberán abordar otra intervención en Alcalfar.
Y es que los submarinistas de la empresa Mar de Fons, encargada de los trabajos que finalizaron este jueves, detectaron la presencia de una red de pesca de plástico parcialmente enterrada en la bocana de la cala. Intentaron retirarla aunque no fue posible debido a lo anclada que está en el fondo marino por culpa del tiempo que lleva enterrada allí. Esto obligará al Consistorio ha trabajar «muy seriamente», anuncia Carretero, para realizar una actuación especial que deberá llevarse a cabo antes del próximo verano.
En palabras del concejal de Sant Lluís, esta red de pesca supone todo un riesgo medioambiental, puesto que los peces pueden quedarse enganchados a ella y conlleva también un riesgo para bañistas curiosos y submarinistas que exploren la zona.
Reordenación
El nuevo sistema de amarre ha permitido eliminar los muertos que hasta entonces estaban clavados en el lecho marino. El nuevo sistema, en forma de tren, hace que las embarcaciones queden atadas a una cadena. Esta cadena que las une se retira al final de la temporada turística. En total se han habilitado 51 amarres.
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