Un total de 1.188 pacientes están a la espera de pasar por quirófano en el hospital Mateu Orfila, según los datos a 30 de junio de 2016 y que ha dado a conocer este miércoles el director general del IB-Salut, Juli Fuster.
Esta cifra, comparada con la del mismo día del año pasado, supone un descenso de 156 personas. El tiempo de espera medio antes de pasar por el quirófano es de 62,93 días, 11 días menos que hace un año y 14 menos que la media de los hospitales de Balears.
Respecto a las últimas cifras oficiales dadas a conocer por el IB-Salut, correspondientes a 30 de marzo, también ha bajado, pues en aquella fecha 1.356 pacientes estaban en espera de ser operados.
En cuanto a la demora para ser atendido por un especialista, a finales de junio eran 2.936, una cantidad ligeramente superior respecto a la de hace un año (2.744). Traducido en otros términos, los menorquines tienen que esperar de media 26,47 días antes de ser visitados por el especialista (2 días menos que hace un año). Una cifra que es muy inferior a la media balear, que es de 65,3 días.
Por otra parte, 5.273 personas aguardan para una prueba radiológica, y que ha subido respecto a las 4.331 de 2015.
Balears
Los pacientes que están pendientes de una intervención quirúrgica en hospitales públicos de Baleares esperan por término medio 77,7 días, casi 27 días menos de lo que ocurría hace un año, unos datos que "están lejos" del objetivo del Govern, según el director general del Ib-Salut, Juli Fuster.
No obstante, el máximo responsable del Servicio de Salud autonómico ha subrayado la mejora y ha agradecido el esfuerzo de todos los profesionales implicados. "Nos estamos dejando la piel", ha enfatizado.
El pasado 30 de junio había 12.225 pacientes pendientes de una intervención quirúrgica, un 7,1 % menos que en la misma fecha de 2015, mientras que el descenso en el tiempo de demora ha sido del 26 % en el mismo periodo.
Fuster ha destacado especialmente el descenso en el volumen de pacientes que esperan más de seis meses para ser operados, cuya última cifra es de 945 personas, frente a las 2.313 del 30 de junio de 2015. El descenso es del 59 %.
El 96,2 % de los pacientes que están a la espera de ser operado padecen dolencias de prioridad baja o normal, y el 3,8 % restante tiene enfermedades de intervención preferente.
En los casos de intervenciones oncológicas de máxima prioridad (principalmente cáncer) "la detección, el diagnóstico y el tratamiento se completan en una media de 19,3 días", ha explicado en Ib-Salut en su balance trimestral de listas de espera.
En cuanto a las consultas con especialistas, los 50.626 pendientes al finalizar el mes pasado aguardaban una media de 65,3 días, 17,7 menos que hace un año.
El descenso en el último en el tiempo de demora para consultas es del 21 %, mientras que en el número de pacientes en lista de espera la bajada es del 4 %.
Además, la espera para consultas de especialistas de más de 2 meses afecta a un 21 % menos de pacientes.
Casi una quinta parte de las demoras corresponden a consultas de traumatología y cirugía ortopédica, seguidas de oftalmología, aparato digestivo, dermatología y otorrinonaringología.
En cuanto a las pruebas radiológicas, a 30 de junio había 47.066 pacientes esperando cita.
Juli Fuster ha puesto el acento en que la reducción de las demoras quirúrgicas y de atención especializada son el fruto del plan puesto en marcha por su departamento al inicio de la legislatura, que cuenta para este año con 14,5 millones de euros de presupuesto.
Fuster, que ha advertido que la evolución de la listas de espera no será tan favorable en verano por las vacaciones, ha eludido fijar fecha para la reinstauración de la garantía de demora suspendida en 2012, que establecía plazos máximos de 6 meses para operaciones y 2 meses para consultas especializadas a partir de los cuales la atención se derivaba a centros privados
8 comentarios
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Por segunda vez falla la gerencia. El pais de todo a dedo no de aptitudes. Hay que ser buen profesional no político.
"nos estamos dejando la piel", jejeje señor Fuster no me fastidie. Dicen sus números que hay 156 pacientes menos que esperan una intervención quirúrgica y por el contrario hay 942 mas que esperan una prueba radiológica. Hombre don Juli no son muy alentadores estos números que nos presenta a los menorquines y ademas si dice usted que van a empeorar los números en verano por las vacaciones ¡¡¡ apaga y nos vamos ¡¡¡¡ 5.200 personas esperan pruebas radiológicas, joer señor Fuster ésto suena a un suspenso y vuelva usted en septiembre ¿no le parece? y si dentro de esas 5.200 personas una vez hecha la prueba resulta que es para operar un diez por ciento, es decir, 500 más para operar, resulta que en vez de 156 menos que esperan operación serán 364 mas que el año pasado. Total hemos hecho unas tortas como un pan de grandes. Eso sí hay más señoritas de blanco en los mostradores y paseando papeles que hace un año.
Tengo familiares que tengan que ir a especialista en junio y les han llamado para que vayan en septiembre...quien ha visto las listas y comprobar que sea así si lo dice información del hospital de fiable nada...son politicos
Con Toni Gomez y con Bep Oleo el Mateu Orfila se ha convertido en lo más precido a una tienda china de las de todo a cien. Mucha actividad, pero calidad por los suelos. Lo importante ya no es atender bien a los pacientes sino que las estadísticas les salgn chulas y una vez cada dos meses les hagan publirreportajes en la prensa. Mientras tanto la calidad asistencial es de risa por no decir de pena.
HAY MEDICOS QUE ESTAN OPERANDO DOS DIAS SEGUIDOS TENDRIAMOS QUE TENERLES UN POCO MAS DE RESPETO.. LO SE POR SER UNA OPERADA DEL 5 DE ABRIL Y EL 22 DE JULIO¡¡¡ ..NOS PARECE QUE LOS MEDICOS NO HACEN NADA ...LO QUE PASA ES QUE HAY MUCHA GENTE,, ¡¡¡VAMOS QUE TRABAJAN Y MUCHO DOY FE DE ELLO¡¡¡¡¡
Las estadísticas que da el Ibsalut hay que cogerlas con pinzas, porque están muy "cocinadas". La lista de espera bajó cuando se forzaron las prolongaciones de tarde (de pagandi) y luego volverá a crecer. Los pacientes que están "en buzón", pendientes de abrir agendas, etc. ni cuentan. Y se fuerza la reducción de la lista de espera de consultas haciendo visitar a cincuenta pacientes a la mañana a tres minutos cada uno y después a correr. Los pacientes se operan como en una cadena de montaje industrial, más madera, es la guerra y se visitan en un plis-plas porque no hay tiempo material de hacer las cosas como tocan. Es un caos organizativo que si no se conoce no se cree. Y lo de las prioridades para atender primero a lo más grave no es cierto. El personal sanitario está más quemado que la pipa de un indio y aquello es un desastre. Que no engañen con estadísticas.
Y a los que han dado su vida por el morro en nombre de la ciencia y en loor a las eminencias creadoras de enfermedades...
¡Hombre! Si descontamos a los que ya han dado su vida esperando, ¡normal!