La directora del centro, Catalina Alemany, junto a representantes de la Apima y el alcalde del municipio, Pere Moll, estuvieron este martes en el Parlament para trasladar al conseller Martí March su preocupación por las consecuencias de llevar a cabo esta propuesta y tratar de acercar posturas en busca de una solución.
El día antes, el delegado de Educación en Menorca, Joan Marquès, acudió a la masiva asamblea organizada por la Apima para dar sus explicaciones y conocer de primera mano el descontento de las familias afectadas. Allí se acordó mantener el diálogo entre ambas partes e intentar trasladar a la Conselleria que tuviera en cuenta las alegaciones.
El propio Marquès deja claro que en ningún momento la propuesta del departamento de Educación tenía «voluntad de ser impositiva», al contrario, se trata de una propuesta inicial, a la que posteriormente los centros presentan las alegaciones pertinentes, antes de tomar una decisión definitiva, mantiene.
Esta decisión llegará la semana que viene y desde la Apima del Francesc d'Albranca se muestran confiados en que se escucharán sus demandas que rechazan la supresión de tres clases.
En el mismo sentido se expresa Marquès, que augura «una resolución favorable al conflicto» y señala que las alegaciones presentadas están bien argumentadas y, por tanto, «tienen posibilidades de ser atendidas». A su vez, el delegado insular reconoce que comprende la preocupación de los padres por la situación.
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