El puerto de Maó este sábado, con dos barcos de pasajeros | Javier Coll

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El transporte de mercancía general en el puerto de Maó fue el año pasado un siete por ciento inferior al de 2014 y el tráfico total cayó también un seis por ciento, según el balance dado a conocer por Autoridad Portuaria. Es el único de los puertos de interés general de la Islas que, excluido La Savina de Formentera, presenta números negativos en casi todos los indicadores en los que se desglosa la estadística portuaria.

Las variaciones al alza aparecen en el número de buques y en el de pasajeros de línea regular, en valores irrelevantes en ambos casos. El de contenedores, que ha registrado un incremento porcentualmente espectacular no tiene reflejo correspondiente en el volumen de mercancía general ya que se debe presumiblemente al transporte en contenedores a Mallorca de la basura de Milà.

El resto de apartados ofrece peores números que los del año 2014, que insinuó un cambio de tendencia al ofrecer signo positivo.

El incremento de graneles sólidos, tráfico vinculado tradicionalmente a la construcción, fue importante, casi 3.500 toneladas más, un 21 por ciento, y parece consolidar el repunte de la actividad que mostró el año anterior. Sin embargo, el volumen de graneles líquidos -combustible- experimenta una caída del cuatro por ciento que contrasta con la recuperación económica y una temporada turística que ha marcado un registro histórico. También en este capítulo, Maó es el único puerto de las Islas con evolución negativa.

Entre las razones que explican esa tendencia, aparece en primer lugar la actividad del dique de Ciutadella, que en la estadística de Autoridad Portuaria se refleja a través del puerto de Alcúdia. Este ha aumentado la mercancía general hasta en un 38 por ciento.

Ni siquiera el tráfico de cruceros ofrece alegría. Con una cifra equivalente de buques, el volumen de pasajeros cayó una cuarta parte respecto a 2014.