El gerente del Área de Salud, Antoni Gómez Arbona, y el director médico, Josep Oleo | Gemma Andreu

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La gerencia del Área de Salud de Menorca pondrá en marcha este lunes día 1 de febrero su plan de reorganización de las urgencias hospitalarias pero sin acuerdo con el equipo médico. Dejará el número de profesionales en los diez que forman la plantilla aprobada e intentará llevar a cabo las mejoras que había propuesto el propio servicio de urgencias para reducir demoras, aunque no se sabe con qué garantías de éxito ya que la negociación no ha dado frutos y sí ha tenido un efecto colateral: la dimisión del jefe del servicio de urgencias, el doctor Bernardo Pax.

El gerente, Antoni Gómez Arbona, y el director médico, Josep Oleo, comparecieron ayer ante la prensa solos, y con la dimisión del jefe del servicio aún caliente sobre la mesa, ya que se produjo justo antes de recibir a los periodistas, según informaron. Pax dimitió -explicó Gómez Arbona-, al no haber logrado el visto bueno de todo su equipo a la propuesta que se había alcanzado con la gerencia para reorganizar el área y porque, ante esta situación, se ha sentido «desautorizado».

«Lo que tenía que ser una buena noticia se ha convertido en una mala, porque veníamos trabajando internamente para lograr este acuerdo, hace 10 minutos lo teníamos y ahora ya no», afirmó el gerente, Antoni Gómez Arbona.
Ese acuerdo, roto en el último momento, contemplaba mejoras para reducir las esperas en urgencias y, por parte de la gerencia, se desplazaba un médico a Dalt Sant Joan en lugar de los dos previstos inicialmente, manteniendo «la cifra de plantilla», que son «los diez con los que se ha venido funcionando los últimos dos años y medio», explicó Gómez Arbona, ya que la directora médica con Manuel Yebra era una doctora de urgencias, apuntó. Ahora mismo la intención de la gerencia es primero «explorar» quien puede sustituir a Pax y «cuando tengamos un responsable» introducir mejoras en urgencias que «nos sonaban bien», como la sala de butacas para aguardar los resultados de pruebas diagnósticas.

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Pero los médicos, cuando se reunieron ayer por la mañana para dar el visto bueno al documento final, no estuvieron de acuerdo en implantar las mejoras de prestaciones con un médico menos.

La propuesta que la gerencia había aceptado y sobre la que existía un principio de acuerdo, que más tarde se rompió, contempla ajustar la plantilla a diez médicos, con turnos de 4 o 5 por la mañana y tres en los de tarde y noche. También se «cede» en la pretensión de pasar de 11 a 9 médicos, lo que se consideró una concesión a las peticiones de los médicos, a cambio de los nuevos servicios. En cuanto a ese médico que se desplazará a Dalt Sant Joan, Gómez Arbona confirmó ayer que trabajará en apoyo al servicio de urgencias del centro de salud.
Dichos servicios serían, como ya avanzó «Es Diari», habilitar un espacio de consulta rápida para patologías que no requieran de pruebas complementarias excepto la realización de radiografías; la sala de butacas, delimitando un espacio dentro de las urgencias para las personas que estén pendientes de recibir el resultado de pruebas diagnósticas; por último, en cuanto a la unidad de estancias cortas, se trataría de redefinir y ajustar las funciones y los servicios que presta la actual unidad de observación, que cuenta con un equipo propio de personal de enfermería y auxiliares.

El cambio supondría, según la propuesta de mejora, mejorar el drenaje de pacientes del servicio de urgencias; mejorar la asistencia a pacientes con patologías complejas pero que no tienen el perfil para recibir cuidados intensivos (UCI); y evitar los ingresos inadecuados en las plantas de hospitalización convencional.

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