Operarios trabajando el sábado por la mañana en una fuga de agua localizada en pleno centro de Alaior

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Menorca es la isla balear con un mayor porcentaje de fugas en la red. Tres de cada diez litros que se extraen para el suministro de agua potable se pierde. La Dirección General de Recursos Hídricos ha detectado fugas de 3,6 millones de metros cúbicos de agua en las redes de distribución de los municipios de la Isla, lo que supone un 30 por ciento del agua suministrada. El Govern considera pérdida la diferencia entre el agua que se extrae de los distintos puntos de suministro y el agua que finalmente se factura. Menorca ha consumido 8.341 millones de litros de agua potable cuando por las redes de distribución han circulado 11.932 millones.

Según los últimos datos publicados por la Dirección General de Recursos Hídricos, Menorca es la isla de las Balears con mayor cantidad de agua extraviada en la red de los municipios. Está tres puntos por encima de la media. Y en los últimos doce años la cifra de pérdidas siempre ha oscilado entre el 31 y el 29 por ciento del agua suministrada.

Las fugas que se registran en todo Balears, y que alcanzan el 27 por ciento del agua suministrada, equivale al consumo total de las casas en suelo rústico, lo que se conoce como consumo doméstico disperso. En este sentido, el conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, subraya la necesidad de revisar el Plan Hidrológico para garantizar la calidad de este recurso, quien recuerda que el plan no recoge ninguna medida de sequía. El Ejecutivo balear pone el acento en los sistemas de detección de fugas así como en la gestión de las redes de forma automática. Vidal apunta, así, a la importancia de la «innovación» para preservar este «bien escaso».

Uno de los motivos de estas pérdidas es el mal estado de las tuberías y el envejecimiento de las mismas. El alcalde de Ferreries, Josep Carreres, indica que en varias zonas aún existen canalizaciones de fibrocemento que se agrietan con mayor facilidad. El edil advierte, no obstante, de que hay que tener en cuenta que hay consumos de este bien en los municipios que no se facturan, como puede ser el agua que se destina al riego de zonas públicas ajardinadas y que, al no disponer de contador, se contabilizan como desperdicio, sin serlo.

Por otra parte, cree que con carácter insular, mediante una gestión mancomunada, se debería impulsar la contratación de empresas especializadas en detección de fugas para poder localizar las pérdidas y solucionarlas. Por su parte, el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller, considera que la clave está en ir invirtiendo en la sustitución de las redes de distribución por canalizaciones de polietileno de alta presión para evitar al máximo las fugas de aguas en la red.