Informe Gadeso

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La evolución de la situación económica se percibe por los ciudadanos como más favorable pero todavía dentro de la gravedad. El análisis socioeconómico de la Fundación Gadeso, correspondiente a noviembre, indica que el pesimismo respecto a la coyuntura persiste, aunque pierda terreno, y que es en Menorca donde hay un mayor porcentaje de personas que califican el momento actual de malo (un 66,9%) sin que prevean cambios sustanciales para 2016 (41,6%), frente a los optimistas que piensan que las cosas mejorarán (25,7%), una cifra que ha aumentado pero no de forma significativa.

Según la encuesta, que compara los datos con los del barómetro de octubre del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la población de Balears en su conjunto no tiene una percepción de la situación económica tan negativa como en el conjunto de España. Así, un 61,2 por ciento de los isleños tiene una opinión pesimista frente al 64,6 por ciento nacional. Los menorquines superan en más de dos puntos esa media nacional de visión negativa del momento actual.


Incertidumbre

Preguntados sobre qué pasará en 2016, si esperan cambios significativos en la economía y el empleo, Eivissa es la isla más optimista junto con Formentera, en Mallorca un 28,9 por ciento cree que las cosas mejorarán y de nuevo Menorca es la que, con un 25,7 por ciento, menos confía en que haya cambios. Destaca el barómetro que hay un 18,8 por ciento de los isleños (17,3% en Menorca) que se instala en la incertidumbre, ya que interrogado sobre el futuro, no sabe o no contesta.

Según el informe, estas escasas perspectivas de mejora se deben a factores como la inseguridad laboral, con altas cifras de paro y precariedad; las dificultades de la economía doméstica; la imprevisible situación internacional; la preocupación por el futuro de los hijos; y la falta de confianza en que los políticos, de uno u otro signo, aporten soluciones efectivas para salir de la crisis.