Imagen de los bañistas en la playa de Cala en Turqueta este miércoles al mediodía

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Las consecuencias del cierre del parking ilegal de Cala en Turqueta no se han hecho esperar. Al primer día ya se pudo observar un descenso notable de bañistas en la playa. Si se compara con la imagen de los últimos días, no es de extrañar que alguien reconociese que «está medio vacía».

Madrugadores

La gran mayoría de bañistas accedió a la playa a primera hora de la mañana, puesto que a las 8.30 horas ya no cabía ni un coche más en el aparcamiento habilitado y los paneles informativos mostraban el «lleno».

Sin dificultades para encontrar un lugar donde poner la toalla y la sombrilla, se respiraba una tranquilidad nada habitual en agosto. El ambiente tan solo se alteró, momentaniamente, por la llegada de las golondrinas, que descargaron sus pasajeros.

Con la clausura del aparcamiento ilegal, Turqueta recibirá algo menos de la mitad de vehículos, lo que disminuirá la presión humana en una playa que no se caracteriza por sus grandes dimensiones. Unos quilómetros atrás, donde la policía cortaba el paso, algunos conductores mostraban su disconformidad con la medida.

El Consell cerró el pasado martes por la noche el aparcamiento situado en Sa Marjal Vella, de 3.500 metros cuadrados y con una capacidad para 120 vehículos aproximadamente, después de tres verano en activo.