Estos meses de verano se vive una frenética actividad en el mar al coincidir las embarcaciones de alquiler, los deportes náuticos y los menorquines aficionados a la navegación | Kika Triay

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La reactivación del turismo náutico en Menorca y el aumento de la oferta permiten pronosticar una mejora considerable de la temporada de verano. El liderazgo que ha logrado Balears respecto al número de matriculaciones de barcas de recreo, situándose a la cabeza del mercado estatal (en el primer semestre del año se matricularon en Balears 424 embarcaciones, un 15,3 por ciento más que en el mismo período de 2013), deja entrever que los primeros síntomas de bonanza económica tienen su repercusión en el mundo náutico menorquín. 

Y sin duda, quienes estos meses de verano tengan la oportunidad de navegar en aguas menorquinas se darán cuenta de que la lámina de agua padece una especie de overbooking, una actividad marítima de importante consideración. El director y jefe de estudios de las academias náuticas del Club Marítimo de Mahón y Club Nàutic Ciutadella, Miguel Olives, así lo confirma al aseverar que «en estas mismas fechas de ejercicios pasados había amarres libres y este año quedan poquísimos o ninguno». Y es que «en julio y agosto todos están en el agua», aseveran fuentes marítimas.

El litoral menorquín consta a día de hoy -entre amarres, boyas y ocupaciones- con aproximadamente 5.000 puntos que para el mes de agosto, se prevé una ocupación prácticamente del cien por cien.

Estas expectativas que se presentan más halagüeñas ya han empezado a incidir en las empresas de alquiler de embarcaciones de la Isla que no dudan en afirmar que «esta temporada está yendo mejor que la pasada». Aunque algunos lo achacan a unas mejores previsiones meteorológicas, otros lo atribuyen a la mejora económica que empieza a vislumbrarse. 

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