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La pobreza infantil depende de las penurias de los padres. De ahí que la precariedad laboral, los bajos salarios y la inestabilidad en el empleo aboquen a los niños a una situación de vulnerabilidad. El primero de estos ítems, es decir, las malas condiciones laborales, es una de las causas principales por las que algunas familias residentes en la Isla acuden a los servicios sociales en busca de apoyo económico. Así se desprende del informe sobre infancia que elabora UNICEF en Balears y que, en el caso de Menorca, pone la alerta sobre esta precariedad laboral  que agrava la pobreza infantil.

La coordinadora de UNICEF en Balears, Sílvia Casanovas, explica que el 19 por ciento de las 953 personas de la Isla que recibieron en 2013 la Renta Mínima de Inserción tenían niños a su cargo, síntoma de las difIcultades familiares que se detectan en Menorca. Hay que poner «especial atención» a las familias monoparentales y a los inmigrantes en situación irregular por las dificultades que presentan en cubrir las gastos relacionados con la vivienda, la ropa y los gastos escolares y extraescolares.

Aunque con la crisis la pobreza infantil se ha agravado, Casanovas incide en que en tiempo de bonanza económica esta situación entre la población infantil ya existía y la cifra en un 20 por ciento. Y es que siempre ha sido un problema «invisible». Ahora el porcentaje de niños baleares en riesgo de pobreza alcanza el 31,4 por ciento, frente al 27,5 que se registra a nivel nacional. Así las cosas, uno de cada tres niños se encuentra en riesgo de pobreza cuando en España es uno de cada cuatro.

El informe también detecta en Menorca una disminución de matrículas escolares a causa de las dificultades por asumir los pagos mensuales de las guarderías.

A pesar de esta radiografía que hace UNICEF de la pobreza infantil, tanto el Consell como el Ayuntamiento de Maó aseguran que la lectura de las cifras a nivel balear «perjudica a la realidad menorquina». Reynés indica que «Maó invierte en infancia» con el impulso de programas, el incremento de recursos humanos en el área social, la puesta en marcha de becas para ayudar a más familias que padecen precariedad y la firma de convenios para paliar los efectos de la pobreza infantil. Reynés destaca que Maó trabaja en este vía puesto que «las sociedades que invierten en infancia crean bases sólidas para su futuro social y económico».

Cabe señalar que en la presentación de la memoria, técnicos que trabajan con pobreza advirtieron de una desnutrición infantil que hay que paliar.