Esta armería es uno de los pocos establecimientos facultados legalmente para venderlos. | Josep Bagur Gomila

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La Policía Local de Ciutadella ha puesto en marcha una campaña de prevención para controlar el uso y lanzamiento de petardos durante las fiestas de Carnaval. Los agentes ya han visitado diversos establecimientos dedicados a la venta de estos artículos pirotécnicos para verificar que dispongan de todos los permisos preceptivos. Y se ha facultado a uno de los policías para que patrulle de paisano a la caza de posibles infractores.

En paralelo, a través del policía tutor, se informa a los alumnos en las escuelas e institutos del peligro que entrañan los petardos. A su vez, el Ayuntamiento aprovecha para advertir a los padres de la necesidad de que conciencien a sus hijos para garantizar una correcta manipulación de estos artefactos, para su integridad física y la de quienes pasean por la calle.

Pero estas medidas no contentan a todos. Francisco Quintana, propietario de una armería, reprochó ayer al Consistorio que «trate a los menores como a delincuentes» y aplique «mayores restricciones» que la normativa estatal a la hora de adquirir petardos. «Tan es así que acabo vendiendo más a gente de fuera de Ciutadella que a quienes viven aquí», lamentó.

La concejal de Gobernación, Juana Mari Pons, informó asimismo que se ha acordado por decreto ampliar en una hora el cierre de los bares durante las madrugadas del viernes y el sábado para así contribuir a que se haga más fiesta en Ciutadella y no sea necesario desplazarse a otros pueblos.