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El Ayuntamiento de Ferreries manejará el año que viene un presupuesto que ascenderá a 5.091.520 de euros, la mayor cantidad con que ha contado el Consistorio durante este mandato. En comparación con el ejercicio de 2014, representa un incremento del 6,31 por ciento, debido en gran parte al aumento de de la partida de inversiones.

Así, se han previsto para el año que viene un total de 328.077 euros para inversiones reales, una cantidad que sube un 118 por ciento respecto a 2014. Un incremento que contrasta con el del año actual, cuando esta partida ha experimentado un descenso del 37 por ciento. La razón de ello es la aportación del Consell por la recuperación del Plan Insular de Cooperación (PIC), de la que Ferreries reserva 177.415 euros, y que se destinará al arreglo del estado de diversas calles del núcleo urbano y también mejoras de zonas verdes y parques.

Otro proyecto, financiado a través del programa Leader, y que suma 40.000 euros, es la mejora del acceso del Coll Llís hasta el cementerio y el ajardinamiento del exterior del auditorio, por 17.000 euros.

El alcalde, Manuel Monerris, defendió el proyecto de presupuestos que se discutirá en el pleno del próximo lunes como «realistas y prudentes». Prudentes, en el sentido que se realizan unos gastos «adaptados a los ingresos». Eso sí, remarcó que «son más optimistas que otros años», dado que destacó que «tras años de esfuerzos, la economía municipal está saneada».

En cuanto a los ingresos, crece la recaudación prevista por el Ayuntamiento a través de los impuestos directos, especialmente del Bienes Inmuebles (IBI). El equipo de gobierno contempla que percibirá un 3,5 por ciento más de este tributo, por la regularización de los valores catastrales que se aplicará en 2015, y que afectará a todas las obras ejecutadas los últimos diez años y las edificaciones no agrícolas en suelo rústico y que se han regularizado con el nuevo Plan General aprobado en 2013. El alcalde, sin embargo, destacó que este condicionante procede del Cadastro, y que el Ayuntamiento ha decidido congelar las tasas e impuestos.

La «buena salud» de las cuentas municipales hace que el Consistorio no tenga previsión de concertar ningún crédito nuevo. Aun abona el que el Gobierno obligó para el pago a proveedores en 2012 y por diez años, y que ha conseguido pagar los intereses con condiciones más ventajosas.