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La consellera de Bienestar Social, Aurora Herráiz, defendió ayer ante el pleno el plan de calidad aplicado en el centro sociosanitario de Santa Rita, matizó que esa calidad asistencial no es sinónimo de cantidad ni de «más personal», e insistió en que la ratio de personas atendidas y cuidadores siempre se ha cumplido e incluso ha sido superior a lo que marca la ley, «estoy tranquila», aseguró, «y se trabaja en consenso con la plantilla».

Herráiz respondía así a la interpelación planteada por el Grupo Socialista y cuyo debate coincidió con el anuncio de la Conselleria de incrementar en siete el número de cuidadores en el centro (dos incorporaciones nuevas, tres por modificación de jornada y otros dos mediante promoción interna). La consellera Noemí Gomila, quien estaba al frente del área cuando Santa Rita se abrió en 2008, recordó los esfuerzos realizados por el Consell para que el proyecto arrancara, pese a los problemas de financiación ya que «no teníamos el 100 por cien de las plazas subvencionadas». Gomila defendió que la gestión económica del centro había sido correcta, frente a los números rojos esgrimidos por la consellera Herráiz, quien insistió en que «mi obligación es que el centro sea sostenible y cuando llegamos tenía una deuda de 366.000 euros, que hubiera llegado al millón de euros en la actualidad», añadió, si hubiera seguido a ese ritmo anual.

Respecto a la gestión de Santa Rita «como si fuera una empresa», filosofía recriminada por la consellera del PSOE, Herráiz respondió que «aquí nadie va a ganar dinero sino que se va a invertir y el superávit a día de hoy significa que podemos ir pagando la deuda con más trabajadores y dando el servicio», aseveró.