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Esta mañana se inicia en Palma el juicio contra Francisco M.M., el presunto pirómano de 41 años, encarcelado de forma preventiva desde hace dos, al que se acusa de haber provocado 24 incendios intencionados, cuatro de ellos en Menorca. Por este motivo, el fiscal pide para él 78 años de prisión, 7.560 euros de multa y 1.321.723,21 euros de indemnización, de los que la mayor parte, 1.265.500 euros, los reclama la Conselleria de Medio Ambiente por los costes de extinción y reposición del arbolado y, el resto, los particulares afectados.

De hecho, en tres de los fuegos, uno de ellos en Menorca, las llamas pusieron en peligro la integridad de las personas que residían en sus inmediaciones y que tuvieron que ser desalojadas. Es el caso del padre y sus dos hijos a los que fue necesario evacuar de la finca Llucaitx Nou de Es Mercadal porque se encontraban a 850 metros de distancia de las llamas, En otro caso, en Llucmajor, el fuego se declaró cerca de donde se encontraban varios tanques de combustible.

El Ministerio Público le considera autor de tres delitos penales susceptibles de ser condenados con 12 años de cárcel y 14 meses de multa, a razón de 6 euros diarios (2.520 euros), así como otros 21 con penas de dos años de prisión y 14 meses de multa, con una cuota de 12 euros por día (5.040 euros).

El acusado perpetró estos incendios en los bosques de Mallorca y Menorca entre el 16 de junio y el 14 de septiembre de 2012. Actuó «consciente de lo que realizaba y merced a que conocía perfectamente las zonas montañosas» de ambas islas. En todas sus acciones, prendió fuego sirviéndose de papel higiénico, velas y un mechero.