Un estudio realizada para la plataforma El Transport Aeri Ofega Menorca y elaborado por el experto de la Fundació Universitària del Bages Miquel Rodríguez Planas concluye que las compañías que operan en los principales enlaces aéreos con la Isla obtienen unos márgenes de beneficios por pasajero considerables. Esta circunstancia permitiría, según el informe, articular obligaciones de servicios público en estas conexiones, con tarifas máximas y universales, viables para estas empresas.
El beneficio se calcula comparando los precios sin residente (la compañía acaba ingresando el total de la tarifa)de billetes adquiridos con distintos periodos de antelación con los costes por pasajero, una información novedosa obtenida a través de un profesional del sector y que tiene en cuenta la ocupación media de los vuelos.
Así las cosas, se deduce que el margen de beneficio para las compañías en los vuelos con Barcelona, principal conexión con la Isla, oscila del 30 por ciento en la opción más asequible al 71 por ciento en un vuelo de carácter urgente, de un día para otro. Para unas vacaciones o un viaje con una corta antelación, el margen es superior al 60 por ciento.
En los enlaces con Palma los márgenes se mueven entre el 27 y el 62 por ciento, mientras que con Madrid llegan al 61 por ciento pero en temporaba baja los vuelos llegan a ser deficitarios para las compañías. Cabe recordar que estas dos rutas son las que cuentan con obligación de servicio público (OSP), temporal en el caso de la capital de España.
A raiz de estos datos, el estudio de Rodríguez Planas recomienda que la ruta con Barcelona pase a contar también con una OSP. Expone que en el resto de los territorios periféricos de Europa, sus principales conexiones en número de pasajeros cuentan con OSP.Además indica que en el caso del Menorca-Barcelona los márgenes de beneficios son «muy importantes», lo que considera un «elemento socialmente reprobable en una isla con fallos de mercado».
El informe que tiene ya en sus manos la plataforma plantea de hecho cuatro OSP (Palma, Valencia, Madrid y Barcelona). Considera que deberían abandonar las actuales tarifas de referencia para adoptar un modelo de tarifas máximas, puesto que este formato genera precios más estables y ligados al IPC. Las OSP, indica el estudio, deberían ser abiertas, con precios universales tanto para los residentes como para los no residentes.
Argumenta el autor del estudio que el incremento de la bonificación ha conllevado subidas de las tarifas generales, generando un grave perjuicio para el turismo.
El estudio plantea como tarifas máximas universales por trayecto 52 euros para Barcelona, 35 euros con Palma (ahora la tarifa de referencia es de 93 euros sin residente), 95 con Madrid (ahora 130 euros sin residente como referencia)y 80 con Valencia.
Para su cálculo se han tenido en cuenta los costes por billete más un beneficio para la empresa del 15 por ciento. En el caso de Barcelona, la cifra resultante se considera óptima pero en los tres trayectos restantes se realiza una correción a la baja.
Esta merma de ingresos para las empresas conllevaría una comensación por parte del Estado, pagos que sumarían algo menos de 8 millones anuales. Cabe recordar que solo el dinero que se abona actualmente en concepto de descuentos para los residentes de Menorca ya supera esta cifra.
Valoración
Desde la plataforma, Joan Enric Vilardell afirma que las conclusiones del estudio «dan validez a lo que ya intuíamos», es decir que en Menorca «se deja en manos del mercado una cuestión deEstado». Considera que los beneficios con Palma y Barcelona «son desorbitados» a causa de un régimen que a la práctica es un monopolio ante una población cautiva en cuanto al transporte.
Vilardell da por constatado el fracaso del sistema de tarifas flexibles, «retoma la ley del mercado dentro de una OSP, nunca sabes lo que pagarás».
Un relevante impacto económico
Los grandes beneficiarios de la tarifa máxima universal son los no residentes que en estos momentos pagan cifras realmente desorbitadas, por lo que se estima que el nuevo sistema generaría más tráfico y tendría una repercusión positiva en el sector turístico .
El informe asegura que solo un incremento del 1 por ciento en el número de turistas procedentes de Barcelona ya generaría un gasto adicional en la Isla de 3,5 millones de euros.
La derivación de visitantes desde Mallorca (personas que pasan allí sus vacaciones y se acercarían a la Isla al menos una jornada a tenor de lo atractivo del precio del billete), también estimada en un 1 por ciento sobre el total, conllevaría otros 7 millones de euros de gasto en el sector turístico.
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