El misionero keniata James Nyaga está desarrollando desde el pasado viernes día 11 diferentes actividades de animación en parroquias y varios colegios públicos y concertados de la Isla

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Este domingo se celebra la campaña del Domund, en la que la oración y las colectas se centran en la labor misionera. Por este motivo, se han organizado distintas actividades de animación en parroquias y colegios públicos y concertados.El objetivo es concienciar de que la misión no solo se refiere a aquellas personas que se van a un país lejano, sino que incumbe a todos.

James Nyaga, más conocido como Jimmy, es un misionero de Kenia que desde el pasado viernes día 11 y hasta mañana lleva a cabo en la Isla una labor de animación misionera, junto con Joan Mercadal, director del Secretariado Diocesano de Misiones de Menorca. Jimmy, de 37 años de edad, es miembro de los Misioneros de la Consolata de la ciudada alicantina de Elche.

¿Cuánto tiempo lleva en España?
- Estoy en España desde hace cinco años, primero estuve en Madrid, después en Zaragoza y, desde hace dos años, en Elche.

¿Cual es su trabajo en Elche?
- La Diócesis de Alicante necesitaba un misionero para llevar a cabo la animación y actividades en las comunidades parroquiales, dirigidas tanto a jóvenes como a adultos. También realizo mi labor en los colegios.

¿A qué se refiere en concreto?
- Explicar a la gente la labor misionera y qué cosas se pueden hacer desde una parroquia o un pueblo para ayudar a estas misiones. Ayudamos a que los párrocos no se ciñan solo a su parroquia, sino que tengan en cuenta la labor de evangelización que se realiza en otros países, con la organización de conferencias para ofrecer testimonios de misioneros.

Se trata de sensibilizar a las personas para que no permanezcan ajenas a un problema.
- Hay que dar a conocer la realidad de un país para que la gente pueda implicarse y aportar su grano de arena, con los tres pilares en que se fundamenta la acción misionera de la Iglesia.

¿Cuáles son?
- La oración, la cooperación económica y la experiencia misionera propia.

¿Cómo?
- Cualquier persona puede destinar sus vacaciones o el tiempo que quiera a ayudar personalmente en algunas de las misiones que se realizan. Todo esto es un proceso que empieza con la sensibilización.

El grado de satisfacción debe ser mayor.
- Por supuesto. La experiencia personal de saber que el dinero recaudado no se envía sin más, sino que un miembro de la comunidad lo lleva personalmente hasta el lugar donde hay que hacer la actividad genera mucha confianza.

En su caso, usted es para los españoles el transmisor de una realidad que se vive en otras regiones.
- Estamos aquí para concienciar a la gente de las necesidades que tienen personas necesitadas de otros países. Me gusta decir que actuamos de puente entre la Iglesia misionera y la Iglesia española, entre los misioneros y los españoles.

¿Cual es la principal dificultad de esta labor?
- Los proyectos amplios de la evangelización, la pastoral cotidiana de los misioneros, es muy difícil de palpar. Hay otras acciones que son más evidentes, como la construcción de un pozo de agua o de un colegio.

Entonces, se trata de facilitar tanto los bienes para subsistir como la fe.
- El mensaje del Evangelio y las cosas para la vida diaria tienen que ir juntas.