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El francés Michel Remi Gaudérique adquirió el velero Via con el anhelo de capitanear por los bellos mares polares y dirigir una expedición en aras de dar a conocer unos enclaves mágicos para los amantes de la ecología. Pero de momento, este sueño lleva seis semanas anclado en Menorca. Un problema en la orza de la embarcación junto a una cadena de circunstancias "inexplicables" han obligado a varar el barco a la espera de una solución.
Michel Remi compró el velero de 16 metros de eslora el pasado mes de marzo para dar un vuelco a su vida. Hasta el momento había estado trabajando como capitán mercante en campos petrolíferos, especialmente, por aguas africanas, una actividad que "contamina más de lo que ayuda a la renovación medioambiental". No obstante, su implicación por la preservación del medio le llevó a poner nuevo rumbo a su vida. Y lo hizo con una apuesta atrevida. El proyecto, que aun no ha zarpado, prevé navegar por la Antártida durante los meses de invierno y por el Ártico en verano. La idea es dedicar este invierno a tomar contacto con los polos.


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