El secretario general de UGT en Balears, Lorenzo Bravo, hizo ayer un balance de sus 20 años al frente de la organización sindical, en el que no faltó la autocrítica. Así, afirmó que "si los sindicatos hubieran estado al nivel ideológico y reivindicativo con la mitad de las cosas que empezó a hacer Zapatero en 2010 y lo que está haciendo Rajoy, ahora no estaríamos como estamos", consideró, a escasas semanas para dejar de ser el número uno de UGT en las Islas.
Y es que los próximos 25 y 26 de este mismo mes, UGT celebrará su Congreso a nivel autonómico. Una cita que supondrá el punto y final en el recorrido de Bravo como secretario general, ya que no optará a la reelección, dando así paso o a Manuel Pelarda (actual secretario de Acción Sindical), o a Aurelio Martínez (secretario de la Federación de Servicios Públicos de UGT), que apuntan a candidatos a la sucesión.
Bravo vino para despedirse de sus compañeros en Menorca, y aprovechó para "agradecer el trato recibido y las cosas hechas, luchadas y reivindicadas, y todo lo conseguido". Aún así, aseguró que aunque deje de estar en primera línea, "no voy a irme, seguiré diciendo lo que es al pan, pan, y al vino, vino".
El secretario general de UGT en Balears no se cortó a la hora de hacer autocrítica, y manifestó que "no he tenido la capacidad suficiente para convencer a la organización, y éramos pocos los que en el sindicato creíamos que esto llegaría a pasar". Porque Bravo afirmó tener "el alma en vilo" ante una situación generalizada, en que "la gente está acojonada" y resignada ante el panorama actual. "Antes había un equilibrio de fuerzas, pero en los últimos años, con el crecimiento económico, la gente se ha individualizado, y no hemos seguido tensionar" para mantener los derechos logrados con tanto esfuerzo durante las últimas décadas. "Nunca había visto tantos recortes en tan poco tiempo", aseguró, refiriéndose a la precariedad a la que el Gobierno ha dirigido a la sociedad española, en cuestiones como la sanidad, la educación, o las prestaciones sociales, entre otras muchas.
Con todo esto, Bravo pide "reflexión a los compañeros, hay que recuperar el pulso, y espero que la nueva ejecutiva lo sepa hacer". Porque "los sindicatos han sido el fiel reflejo de la sociedad, y hemos permitido que este sistema, del cual me siento parte, nos haya dada una patada en el culo, y no hemos tenido mecanismos para la reacción. Tenemos a los trabajadores con miedo y desinformados, y hemos permitido una gran pérdida de empleos fijos para crear otros temporales".
Bravo cree que "desde 2002, el empleo neto ha crecido muy poco en España", y pronosticó que "esta crisis va a estar instalada muchos años, estaremos en 2018 y 2019 y aún veremos estas cifras", refiriéndose a los más de 5 millones de parados que hay actualmente.
Esperanza y sucesión
Ante este panorama, Lorenzo Bravo quiso "animar a los trabajadores, es urgente que haya una preparación, que se informe, que haya un contacto más fluido" con el sindicato. Y para lograr revitalizar el panorama sindical, señaló que "no entiendo otra manera que ir a los centros de trabajo para informar a los trabajadores, y los líderes sindicales tienen que estar al frente, para ir a las instituciones para tirar huevos y tomates, y cuando venga el presidente del Consell, ponerse el traje del cobrador del frac para decirles a la cara que son unos mentirosos".
En cuanto al relevo al frente de UGT, Bravo aseguró que "me fastidiaría dejar el sindicato dividido". Para ello, y para evitar tensiones internas, el dirigente propone que se fije un "candidato de consenso". De hecho, y aunque no lo expresó abiertamente, Bravo parece apostar más por Martínez como secretario general. "Manuel Pelarda es un gran secretario de Acción Sindical, conoce esta área como nadie, y creo que sería una gran pérdida, sería vestir un santo para desvestir otro", apuntó.
En cualquier caso, "lo más urgente en el Congreso es que haya una recuperación" para poder hacer frente a "los ataques a las personas, a la sanidad, a la educación, dando más información en los centros de trabajo".
Por último, Lorenzo Bravo lanzó un nuevo reto para UGT en Menorca, el de crear en la Isla una escuela sindical como la que ya tienen en Mallorca, y por la que han pasado más de 400 personas. Un órgano que debe servir para "formar, explicar qué es un sindicato, su misión, cómo funciona, cómo se hace una asamblea", o cualquier otra cuestión básica que todo enlace sindical debe conocer para poder desarrollar sus funciones del mejor modo posible, y defender con más recursos a los trabajadores a los que representa.
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