Crítico. Luis Plantalamor, doctor en Prehistoria y director del museo desde hace 39 años - Javier

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Luis Plantalamor dirige desde hace 39 años el Museu de Menorca, un centro de 11.400 metros cuadrados en el que reposan los restos arqueológicos que permiten desentrañar la historia de la Isla y del que se ocupa un equipo de nueve personas. Unos recursos humanos que considera insuficientes, y que, junto al ya conocido problema de la falta de climatización en el edificio, llevan al responsable del museo a afirmar, entre molesto y resignado, que "no es extraña la situación que vivimos, partimos de unos presupuestos ridículos para excavar, consolidar, adquirir objetos y ponerlos a disposición del público, para limpiar y mantener monumentos".

La vocación y la voluntad intentan suplir, añade, la falta de esfuerzo económico por parte de las administraciones.

Poco dado a las declaraciones en los medios, Plantalamor, intervino ayer en la polémica sobre las carencias del museo para afirmar que "podemos tener palabras amables y cariñosas, incluso valientes, pero el movimiento se demuestra andando, si realmente las autoridades están interesadas en que funcionemos, aparte de reconocer que el museo esta infradotado, comienza a ser hora de que hagan algo y palíen esa infradotación".
década perdida

El director del Museu de Menorca recuerda bien el momento en el cual el sistema de aire acondicionado del recinto empezó a fallar. "Fue antes de lo que se ha publicado, fue en 2002, lo recuerdo porque teníamos una exposición sobre el Tratado de Amiens", comenta, "y en aquel momento la instalación, que era de principios de los años 1980, se había quedado obsoleta, la reparación ya era imposible".

"Se dieron todos los pasos para redactar el proyecto, estuvo acabado en 2010 y con el crédito aprobado, Madrid lo tenía todo a punto, pero el Govern en ese momento priorizó las obras en Mallorca y en Eivissa y se dio marcha atrás; había el compromiso de comenzar aquí después, pero seguimos igual", explicó.

De eso han pasado once años. Durante ese tiempo gobiernos de distinto signo político han transitado por las instituciones, se han hecho públicos informes y contrainformes sobre la situación de las piezas que alberga el museo, pero nada ha mejorado.

"Hay que ser conscientes del momento en el que vivimos, y de que esto tenga tan poco interés para las autoridades", declara Luis Plantalamor.

Conservación

Sobre el estado de las colecciones, el arqueólogo y doctor en Prehistoria e Historia Antigua afirma que los efectos sobre los objetos de la falta de condiciones adecuadas de temperatura y humedad es una cuestión "de lógica", pero también introduce matices y añade que "el deterioro de algunas piezas es normal, los materiales no son estables, con la climatización no conseguiríamos que no se dañasen, pero no ocurriría a un ritmo tan acelerado".

La resistencia depende del material del que se trate.

"La cerámica, si ha sido convenientemente tratada, puede aguantar bastante, pero los cobres y bronces que han estado enterrados y tienen sales, con la humedad hay reacciones, se generan ácidos que corroen el material o, en el caso de los cloruros, se hinchan y pueden hacer estallar el objeto, como es el caso de las ánforas que han estado en el mar; de la materia orgánica ya ni hablemos, sobre todo en un clima como el de Menorca", explica el experto, quien añade que "hay medidas paliativas, pero se deben controlar en todo momento y somos pocos".

UNESCO

La aspiración de que la Menorca Talayótica, en concreto una serie de 25 monumentos de ese periodo, sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO es un proyecto que Luis Plantalamor califica de "algo encomiable, me parece bien". Pero puntualiza que "tiene que ir acompañado de poner a disposición del público todo este patrimonio".

Para el director del Museu de Menorca "hay que comenzar el trabajo desde el principio", en relación al apoyo y control del que, en su opinión, carecen las excavaciones, la consolidación y la difusión del ingente material arqueológico del que cuenta la Isla. Plantalamor se muestra crítico con las instituciones.

Si los recursos económicos, asegura, ya son en general insuficientes, con el traspaso de la gestión del museo al Consell las cosas no han mejorado.

"Tampoco he visto una voluntad especial de que nos quieran ayudar", señala Plantalamor, "el presupuesto que llega de Madrid va a la Comunidad Autónoma y no viene directamente al museo, sino que hay un intermediario más, el Consell, y los pocos extras que antes llegaban de la Comunidad Autónoma no sé si es por los recortes, pero cada día son menos o casi inexistentes".