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Las obras de consolidación del Pati de Sa Lluna de Alaior avanzan sin prisa pero sin pausa. Diez meses después de que se paralizaran los trabajos de forma temporal, los operarios retomaron hace algo más de un mes las obras tras rubricarse un acuerdo por el que se destinan 700.000 euros al avance del proyecto de recuperación.

En esta línea, la alcaldesa de Alaior, Misericordia Sugrañes, señala que la ejecución de las obras se lleva a cabo a un ritmo mucho más lento puesto que los trabajos se desarrollan en base a la partida presupuestaria disponible en estos momentos. La primera edil subraya el logro de haber reactivado y reanudado el proyecto tras varios meses de paralización y que ha sido posible gracias al empeño del Consistorio para reemprender la intervención. Señala que el Ayuntamiento "está trabajando duro para conseguir una partida adicional de cara al próximo ejercicio". Y es que inicialmente los 700.000 euros conveniados deben cubrir este 2013 (desde que se reanudaron los trabajos hasta final de año) y 2014. En concreto, 400.000 euros deben servir para los trabajos ejecutados durante esta segunda mitad de año y los 300.000 euros restantes para satisfacer los tareas de 2014. Esta ralentización del proyecto por mor del presupuesto y a petición del Govern, supone alargar los plazos. Y es que la finalización del proyecto estaba fijada para mediados del próximo año.

En el supuesto de que las negociaciones que lidera el Ayuntamiento para conseguir una partida adicional de cara al ejercicio próximo no llegaran a buen puerto, con la partida presupuestada la empresa podrá avanzar en la consolidación de la estructura de todas las plantas hasta llegar a la cubierta. Ésta ya no podrá ejecutarse con el presupuesto fijado.
La UTE Copcisa-Olives, adjudicataria de los trabajos, indica que las tareas que "pretenden que se ejecuten en un año y medio podrían estar listas en tres meses".

Asimismo, estiman que en el ritmo actual de trabajo, será en marzo o abril de 2014 cuando los 700.000 euros fijados estén ejecutados, a la espera de nuevas indicaciones por parte del Ejecutivo autonómico. A pesar de ello, la empresa "tiene confianza" en que se produzca una nueva inyección presupuestaria para avanzar en un proyecto tan ambicioso e importante para el municipio.

Cabe recordar que desde que arrancaron las obras en el antiguo convento franciscano del siglo XVIII hasta que fueron paralizadas, se han ejecutado en torno a 1,2 millones de euros de los cerca de cinco previstos para la total restauración y remodelación del edificio.
Tal como segura el constructor Climent Olives, de Construcciones Olives S.L., los trabajos que se están desarrollando actualmente en el edificio contemplan la reconstrucción de todas las bóvedas reforzando la estructura y quitándole peso. El material utilizado -mortero de cal- es muy parecido al original aunque pesa menos y refuerza el edificio. Se procede a cambiar las piezas deterioradas y se refuerzan los pilares. A día de hoy, ya se ha ejecutado algo más del 70 por ciento de los trabajos de reparación de las bóvedas, unas tareas que, junto con la consolidación de los muros son la base principal de los trabajos de consolidación y afianzamiento del inmueble.

Cabe señalar que cuando el convento fue reconvertido en alojamiento, se eliminaron varios arranques de las bóvedas debilitándolas y, por lo tanto, obligando a actuar en las mismas. Supuso también tabicar el recinto en pequeñas dependencias.
Los trabajos también se centran en recuperar las dos bóvedas que se derrumbaron.
Respecto a la cubierta, la empresa ya ha colocado con carácter provisional y en la zona de la calle de las Escoles, una chapa metálica para proteger el edificio de las filtraciones de agua. Y es que las goteras con que cuenta el edificio han deteriorado algunas de las grisallas que decoran el inmueble.

Cabe resaltar a su vez el impresionante aljibe de que dispone el convento franciscano, de unos 14 metros de profundidad y una superficie de entre 80 y 90 metros cuadrados. De este aljibe se sacaron las piezas de marés del edificio.