El conflicto larvado que se ha vivido durante meses en el sector de la educación estalló ayer a las puertas de la delegación de la Conselleria de Educación en Menorca y acabó con la entrada de más de un centenar de manifestantes en el interior del edificio, permitida por el ya exdelegado, Julián Hernández, en el momento en el que comunicaba a los tres directores de instituto, Rafel Andreu, Jaume Bonet y Margarita Seguí, el expediente disciplinario abierto a todos ellos y que les aparta de manera cautelar de sus cargos.
Pitadas, cacerolada, gritos de "Volem sa consellera" y "Camps dimissió" recibieron a Julián Hernández cuando decidió salir para hablar con los concentrados frente a su oficina desde las 11 de la mañana, profesionales de la docencia, representantes sindicales y algunos políticos del PSOE y el PSM-Més per Menorca que apoyaron la protesta.
Mientras el ambiente se caldeaba, profesores que participaban en la concentración repetían que el Decreto de Tratamiento Integral de Lenguas (TIL) "se ha querido aplicar deprisa y corriendo, sin pensar en los recursos económicos y de personal". "Es inviable, los consejos escolares han votado que no, la medida contra los directores es inadmisible", señalaba una docente del 'Cap de Llevant'. María Osuna, del consejo escolar del 'Joan Ramis' y que actuó de portavoz improvisada para comunicar a Hernández que querían entrar en la delegación cuando llegaran los directores expedientados, declaró "queremos que la consellera lo reconsidere, no tenemos recursos, no se puede hacer un proyecto sin profesorado", para añadir acto seguido "el diálogo por parte de los institutos ha existido, no por parte de ellos".
Pero la cuerda se había estirado demasiado y ayer se rompió. El propio Hernández, antes de recibir a los manifestantes en el salón de actos de la delegación, manifestó al "Menorca" que "la situación es complicada, si expedientan a los directores qué pasará, quién cogerá el timón de la nave". También reconoció que "en cuatro décadas que llevo en la enseñanza nunca había visto esto".
Y aún le quedaba por ver cómo los cientos de personas que aplaudieron a Andreu, Bonet y Seguí a su llegada a la sede de Educación les acompañaban hasta las puertas de su despacho y esperaban su salida coreando de nuevo gritos de "Camps dimissió" y cantando la histórica canción de Lluís Llac "L'Estaca".
Los concentrados rompieron en aplausos a la llegada de los directores expedientados, mostrando su apoyo, y también cuando éstos salieron del despacho de Hernández, formado un pasillo por el que los tres profesores iban recibiendo muestras de solidaridad. Entre los docentes se esperan ahora acontecimientos.
Después de los expedientes abiertos a los directores de los tres institutos de Maó se teme que el resto de directores de la Isla sean también expedientados.
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