Nuevo proyecto. La propuesta actual incluye un vial de trazado más sinuoso, de 300 metros de longitud y 17,5 de ancho. - DM

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Seis años después de que viera la luz la primera versión del vial de acceso al muelle del Cós Nou del puerto de Maó, Autoridad Portuaria de Balears tramita el que, previsiblemente, será el proyecto definitivo con el que pretende solucionar las fricciones que se producen en este enclave a raíz de las diferentes actividades que se desarrollan. Estos días se encuentra en exposición pública el estudio de impacto ambiental que se vio obligado a redactar el organismo portuario después de que el GOB denunciara que, como proyecto de nueva carretera, debía estar sujeto al procedimiento completo que supervisa y fiscaliza la Comisión Balear de Medio Ambiente.

De este modo, y tras incorporar las indicaciones que hace un par de años le hicieron llegar el Consell y el Ayuntamiento para que adaptara el trazado al Plan Territorial Insular y a su vez al Plan General de Ordenación Urbana, APB presenta ahora una propuesta ligeramente distinta a la última, fechada en el año 2011, y que incorpora como puntos definitorios un trazado más sinuoso y mejor adaptado a la topografía del terreno -con una pendiente que pasa del 7 al 5,5 por ciento-, lo que implicaría un menor movimiento de tierras y, por extensión, una reducción del impacto paisajístico y ambiental. Todo ello, según reconoce Autoridad Portuaria, "en detrimento de un mayor grado de seguridad viaria".

El nuevo proyecto, el cuarto desde que se registrara el primer planteamiento en el 2007, incluye como los anteriores dos rotondas, una en el norte que regulará el acceso a la zona portuaria desde la carretera de la Mola, y otra en el sur que distribuirá el tráfico hacia el muelle comercial, la Estación Naval y la futura Estación Marítima de Maó. El recorrido entre una y otra será, aproximadamente, de 300 metros y la sección transversal de la carretera se quedará en los 17,5 metros, incluyendo tres carriles de 3,5 metros cada uno (uno de bajada y dos de subida para evitar posibles colapsos por el tráfico de vehículos pesados), arcenes de 1,5 metros y aceras de 2 metros. La inversión que requerirá una obra de estas características, incluida la señalización, alumbrado, mobiliario urbano y servicios, superará los tres millones de euros.

Según se desprende del Estudio de Impacto Ambiental elaborado para APB por la empresa IDOM, el nuevo trazado se adaptaría a las estipulaciones contenidas en el PTI, salvo una pequeña incursión en unos terrenos protegidos con la figura ANIT (Área Natural de Interés Territorial), y no entraría en conflicto con las zonas altamente sensibles, declaradas LIC y ZEPA, con las que linda al norte, si bien cabe puntualizar que, pese a haber desplazado sensiblemente la rotonda de inicio, la obra acabaría afectando 83 metros cuadrados de estos terrenos. Por otra parte, el nuevo diseño difiere un poco del incluido en la modificación del PGOU de Maó, que se hizo en base a un alternativa anterior, aunque APB resta importancia a este hecho al haber limitado el trazado a terrenos portuarios y delimitados como equipamientos viarios.

Con este nuevo proyecto, Autoridad Portuaria confía en poder salvar todos los escollos administrativos para, en el mejor de los casos, poder empezar las obras a partir del próximo mes de octubre. Si fuera así, teniendo en cuenta que la duración de los trabajos no excedería los cinco meses, el nuevo acceso a la zona del Cós Nou podría estar operativo antes de la próxima temporada turística.