La decena de incendios que se produjeron el año pasado en Menorca fueron un punto de inflexión en materia contraincendios. Y es que fuegos como el provocado en Son Parc el 14 de septiembre, demostraron el peligro que entraña que haya cercanía entre los núcleos turísticos y las masas forestales. A partir de ahí se observó el incumplimiento generalizado a nivel estatal de la legislación vigente, que determina que las urbanizaciones que lindan con bosques deben tener un perímetro de seguridad que impida que un posible incendio acabe afectando a la población.
Fue así como el pasado 28 de enero se aprobó este operativo pionero en España, que acaba de concluir ahora en su primera fase, y en el que, con la colaboración del SOIB, han participado 44 personas que se encontraban en paro. Durante tres meses han realizado en tres cursos de formación, para la prevención de incendios, de mecánica de maquinaria y de aplicador-manipulador de productos fitosanitarios, y han trabajado en la creación de estos cortafuegos.
La iniciativa ha sido desarrollada por el Consell, en colaboración con el Govern, a través del IBANAT (Institut Balear de la Natura) y el SOIB. El operativo ha sido coordinado por técnicos del IBANAT, que se han encargado de dirigir la limpieza de las zonas limítrofes de los diferentes lugares en los que se ha actuado. Como señalaba ayer el responsable del organismo competente en materia de incendios en zonas forestales, Jorge Casado, se han creado cortafuegos de aproximadamente 1,5 hectáreas, con franjas de unos 25 metros de ancho que deben servir para impedir el avance de las llamas en caso de incendio.
Concretamente se ha trabajado en Cala Morell, Son Parc, Torre-Solí Nou, Cala Llonga, Cala Rata y Binibèquer, así como también en Ferreries, en la falda del Puig de s'Ermita, donde hay viviendas.
Para este fin se ha contado con estas 44 personas que estaban en situación de desempleo y que tenían experiencia de peón o trabajador forestal o jardinero, y que se han sumado a los 30 operarios con que cuenta el IBANAT en Menorca durante el invierno. Asimismo, ha colaborado una brigada de voluntarios de Protección Civil de Maó. En total se han limpiado unas 20 hectáreas de bosque.
Programa a 12 años vista
Este programa contraincendios tiene una vigencia de doce años. Teniendo en cuenta que los trabajos se realizan durante unos meses en temporada baja, harán falta cuatro años para crear estos cortafuegos en todas las urbanizaciones de la Isla. Ese tiempo es el que tardarán los primeros cortafuegos a requerir tareas de mantenimiento, un trabajo menos costoso pero igual de importante.Tanto Consell como Govern señalan que es importante que las propias urbanizaciones y los ayuntamientos colaboren. Y es que, según indican, son estos los que, finalmente, se ven beneficiados por estas actuaciones, por el incremento de seguridad y por dar una imagen de compromiso en materia contraincendios. Las zonas donde se prevé actuar en la próxima campaña serán Cala Galdana, Serpentona, Coves Noves, Son Bou, Addaia y Arenal d'en Castell, entre otras.
Las personas que han participado en estas labores perciben un subsidio de desempleo, a lo que el Consell ha sumado entre 320 y 400 euros según las funciones asignadas.
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