El propietario de una tienda de antigüedades, de Maó, en la que también se comercializa mobiliario, diseño, interiorismo y curiosidades, será juzgado la próxima semana, acusado de tener a la venta animales de especies protegidas o sus derivados.
Fueron agentes del Seprona, de la Guardia Civil de la compañía de Menorca, los que descubrieron que el comerciante poseía hasta 16 animales exóticos que ofrecía a sus clientes en la nave donde posee su negocio en el Polígono Industrial de Maó. La inspección se llevó a cabo en noviembre de 2019 al tener sospechas los agentes de que podía llevarse a cabo esta práctica ilícita.
El atestado de la inspección de los agentes denuncia la existencia de estos 16 animales, en su mayoría aves exóticas, lo que ha dado lugar a un largo proceso que ha durado cinco años y culminado en la apertura del juicio oral, señalado para el próximo día 28 en el Juzgado Penal de Maó.
Según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, los guardias civiles encontraron hasta seis especies de aves protegidas, además de una ardilla y nueve hippocampus spp, conocido como caballito de mar. Las aves halladas fueron un Alcatraz Atlántico, un Platycercus Eximius, una Amazona Albifrons, un Strix Virgata, un Typo Alba y un Buho spp. Todas ellas, igual que las otras dos especies aparecen protegidas por el Apéndice II del Convenio Cites y Anexo B del Reglamento de la Unión Europea. Este apéndice incluye especies que no necesariamente están en peligro de extinción, pero cuyo comercio debe ser controlado para garantizar su supervivencia. El Convenio Cites (Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) es un acuerdo internacional intergubernamental que protege plantas y animales en peligro garantizando aunque el comercio con ellos no amenaza su supervivencia.
En el caso del propietario de la tienda de antigüedades de Maó, en la inspección la Guardia Civil comprobó que no contaba con los permisos necesarios para vender estos animales ni tampoco los documentos que acreditasen su procedencia.
Por este motivo el Ministerio Fiscal califica los hechos como un delito contra la fauna, en su modalidad de tráfico de especies protegidas o sus derivados, y le solicita una condena de 20 meses de multa a razón de 8 euros diarios (4.800), además de una inhabilitación especial para cualquier actividad u oficio relacionado con la venta de animales durante dos años, en el caso de que sea declarado culpable.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.