Jornada. Una veintena de facultativos conocieron ayer los proyectos que se desarrollan en el hospital - Javier

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La desnutrición continúa siendo la causa más frecuente de aumento de la morbimortalidad (aquellas enfermedades causantes de la muerte) y uno de los principales problemas de salud en todo el mundo, afectando de forma muy especial al colectivo de pacientes hospitalizados, donde la incapacidad de ingesta y la enfermedad son comunes.

Es esta desnutrición hospitalaria la que ayer tomó fuerza en el Hospital Mateu Orfila con la celebración de una jornada en la que abordaron mejoras y novedades implantadas en el complejo.

El especialista en Farmacia Hospitalaria Gabriel Mercadal explica que es necesario sensibilizar a los facultativos sobre la importancia de detectar a aquellos enfermos que ingresan con esta carencia o que durante su estancia van desnutriéndose.

Mercadal resalta que la afectación de la desnutrición hospitalaria ronda el 40 o 50 por ciento de los ingresos. Además, apunta que esta desnutrición hospitalaria tiene consecuencias "tanto económicas como clínicas", puesto que los enfermos tienen mayor riesgo de sufrir infecciones, su estancia es más larga y aumenta, por tanto, el gasto.

Es por ello que cuando empezó a trabajar en el complejo hospitalario ponderó la posibilidad de aplicar un método automatizado que ayudara a detectar estos casos. Y lo consiguió a partir de los datos analíticos de los enfermos. A través de una suma de los valores obtenidos en albúmina, linfocitos, colesterol y prealbúmina y aplicando un algoritmo, consiguió que el programa estableciera alertas en los pacientes hospitalizados desnutridos.

No obstante, este "screening" automatizado debía validarse. De ahí que sus resultados se cruzaran con las conclusiones obtenidas a través de un test nutricional. Con 1.400 o 1.500 valoraciones nutricionales se estableció una concordancia de entre un 70 y un 80 por cien.

El método fue, por tanto validado, y Mercadal lo bautizó como Fan Bal, es decir, filtro automatizado nutricional balear. Gabriel Mercadal señala que este método es una versión de los "screening" que se aplican en otros centros nacionales. Fue presentado en 2010 en un congreso español y en 2011 escaló posiciones hasta Europa en una asamblea celebrada en Gotemburgo.

Pero la investigación fue aun más allá. Y es que se estudiaron y analizaron las consecuencias entre aquellos pacientes con un índice de desnutrición mayor. "Quien está más desnutrido tiene peores variables de morbimortalidad", señala Mercadal. El tercer paso fue la intervención. Así es como primero se actúa con una dieta oral. En caso de no ser suficiente se incluyen suplementos hiperproteicos e hipercalóricos. Y si aun así el enfermo no mejora, se actúa por vía intravenosa.

Mercadal remarca que unos enfermos con un correcto soporte nutricional mejoran su calidad de vida. El éxito del sistema ha llevado su aplicación en dos centros geriátricos, según reconoce el dietista asociado al Servicio de Farmacia, Josep Lluch.