Estefanía Navarro Aranda - Javier

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Autoficha
Me llamo Estefanía Navarro Aranda. Nací en Maó en el año 1990. Desde pequeñita me gusta dibujar. Empecé con clases en el Ateneu de Maó con Dolores Boetcher. A los 10 años me introduje en la técnica del pastel de la mano de Genci Torrents con clases particulares. Ahora llevo cuatro años estudiando Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid. Hasta el día 31 expongo por primera vez una individual en la sala de cultura la Caixa de Maó.

Le apasionan los bodegones, ¿desde qué perspectiva personal los concibe?
Siempre me he decantado por el realismo. Me gusta estudiar los objetos reales y plasmarlos con toda su perfección como si fueran vivos.

De la técnica del pastel a la fotografía, ¿por qué?
Me inicié en la técnica del pastel siendo muy jovencita con el artista Genci Torrents. Pero en la Universidad el pastel tiene poca cabida así que me he decantado por la fotografía, ha sido un giro importante en mi hacer que me está descubriendo otras posibilidades. La fotografía es más directa, rápida, te permite ver el resultado al instante y puedes hacer pruebas. Aun así, a mi el pastel no me lo quitan.

¿Qué tiene de especial el pastel?

Son una especie de tizas de colores con las que plasmas el dibujo sobre el papel. Luego se difumina con el dedo. También hay difuminadores, pero yo no los utilizo, me siento mucho mejor utilizando las manos. El trabajo directo con el material me gusta, tiene algún punto en común con la escultura, aunque esta la he probado y tampoco veo que sea lo mío, igual que el acrílico, he hecho algunos cuadros pero me sigo quedando con el pastel.

De su trabajo sobre la mitología griega, ¿qué es lo que más la ha seducido?
La feminidad de las diosas como una manera de defender la mujer y darle la importancia que se merece. Se trata de un proyecto sobre el que sigo trabajando en la Universidad y que aun no tengo finalizado. Me interesa también mucho todo el tema del simbolismo.

¿Qué diferencia encuentra con el bodegón fotográfico?
Los que muestro en la exposición los he elaborado a partir de objetos que para mí tienen gran carga simbólica y los he llevado hasta lugares, como Favàritx, que para mi son idílicos.

¿Con sus obras cuenta historias o más bien las provoca?
Me gusta más provocarlas, que sea el espectador quien cree su historia personal, que imagine. Aun así algunos de los comentarios que me están haciendo estos días en la exposición me demuestran que lo que yo intento plasmar llega, ya que coincide con mis intereses.