Oceana ha remitido este jueves a la sede de París de la UNESCO una denuncia sobre el proyecto de verter al mar los fangos que serán dragados del puerto de Maó, tal y como han avanzado fuentes de la organizaciones, quienes han reiterado que el material a dragar presenta altos niveles de mercurio y también contiene plomo y cobre.
Por todo ello, Oceana ha considerado que el proyecto debe paralizarse hasta que no haya un plan para descontaminarlo.
"Autoridad Portuaria de Baleares debe llevar a cabo un proyecto de dragado transparente, que cumpla con todas las garantías necesarias", ha apuntado el director ejecutivo de Oceana en Europa, Xavier Pastor.
"No podemos permitir que se viertan al mar 200.000 metros cúbicos de fangos contaminados y que se vulneren los objetivos de la Reserva de la Biosfera, rompiendo el equilibrio entre las actividades económicas y la conservación del medio ambiente", ha precisado.
En concreto, Oceana ha denunciado ante la UNESCO que el material a dragar presenta niveles muy altos de metales pesados, en especial de mercurio, que ponen en peligro la salud humana y, en esta línea, han remarcado que un informe del Instituto Español de Oceanografía desaconseja el vertido de este dragado al mar.
Del mismo modo, el documento presentado apunta que el análisis para evaluar el contenido de metales pesados se restringe solamente al 50% de la superficie que se pretende dragar." La otra mitad no analizada coincide con las zonas más contaminadas por mercurio y plomo según un proyecto anterior realizado en 2009", añade.
Por otro lado, remarcan que en Oceana ha documentado ecosistemas y especies de alto valor ecológico y pesquero en la zona donde se pretenden verter los fangos contaminados y, asimismo, subrayan que en la zona de vertido se lleva a cabo la pesca artesanal con palangre de fondo y a poca distancia se encuentran caladeros de raor y de langosta.
Finalmente, recalcan que la zona de vertido prevista se encuentra a una distancia entre 1,8 y 2,4 millas de lugares importantes de baño, como son Cala Sant Esteve, Cala Rafalet, s'Algar y Cala Alcalfar, y aseguran que la calidad de sus aguas podría verse afectada.
"Uno de los objetivos de la Reserva de la Biosfera de Menorca es gestionar ambientalmente el litoral y las playas, que son la base de la actividad turística, mediante la protección de los ecosistemas dunares y marinos", han subrayado fuentes de la organización internacional, quienes han reclamado que se paralice el proyecto de dragado con el fin de dar solución a las deficiencias detectadas y realizar un dragado que cumpla con todas las garantías de calidad necesarias.
Oceana ha reiterado que no se opone al dragado del puerto de Maó, pero pide que no se viertan los fangos contaminados al mar, sino que se gestionen en tierra de una manera segura.
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