Carretera. Una imagen del siniestro ocurrido en Es Pla Verd - Archivo

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La Audiencia Provincial ha confirmado la condena de tres años de cárcel para David Fernández Montes, acusado de provocar un accidente de tráfico en el que fallecieron una turista británica y sus dos hijos de 7 y 14 años el 25 de julio de 2006, tal y como revela la sentencia hecha pública ayer por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB).

El imputado, quien fue declarado culpable de un delito contra la seguridad vial en su modalidad de conducción temeraria en concurso ideal con tres delitos de homicidio imprudente y cinco de lesiones por el juez del Juzgado de lo Penal número 1 de Maó, interpuso un recurso de apelación, estimado en parte por la Audiencia en el solo sentido de dejar sin efecto la reserva de la acción civil para que la compañía de alquiler de coches Villacars, SL, propietaria del vehículo en el que viajaba la mujer y los niños fallecidos, pueda reclamar el lucro cesante por el no uso del automóvil siniestrado.

Del mismo modo, la Audiencia Provincial también ha estimado el recurso de apelación presentado por el marido y padre de los fallecidos, quien viajaba en el vehículo y sufrió lesiones de diversa consideración, y condena a la entidad aseguradora del vehículo en el que viajaba el conductor que provocó el accidente a abonar al apelante los intereses moratorios desde la fecha del siniestro hasta la del abono o la consignación para pago de la indemnización de 379.186 euros establecida en el fallo de la sentencia como indemnización.

Siniestro

Los hechos ocurrieron el 25 de julio de 2006 en la carretera general y, en concreto, en el punto kilométrico 32,37, a la altura de la zona conocida como Es Pla Verd, En el accidente se vieron implicados tres vehículos: el Ford Ka en el que viajaban los tres fallecidos, un Seat Ibiza de alquiler en el que viajaba otro matrimonio británico junto a sus dos hijos, y un Ford Probe conducido por el acusado. Éste último circulaba en dirección a Maó realizando adelantamientos imprudentes, según los testigos presenciales.

La sentencia detalla como el Ford Probe trazó una curva y, debido a la alta velocidad a la que circulaba, chocó por alcance con el Ford Ka de alquiler conducido por una mujer británica de 40 años y en el que también viajaban su marido y sus dos hijos. La colisión motivó que la conductora, que tal y como remarca el documento circulaba a una velocidad adecuada a las condiciones de la vía, perdiera el control del vehículo. Con el fin de evitar el carril contrario, dio un fuerte volantazo hacia la derecha, provocando que el coche se cruzara sobre la calzada y se deslizara lateralmente. En dirección Ciutadella circulaba el Seat Ibiza que no pudo evitar impactar de forma frontal contra el lateral izquierdo del Ford Ka.

Como consecuencia del accidente murieron la conductora del Ford Ka y sus dos hijos, mientras que el marido y los cuatro ocupantes del Seat Ibiza sufrieron heridas de consideración. En concreto, el esposo y padre de los fallecidos fue trasladado al Hospital Verge del Toro de Maó con una fractura de la escápula izquierda, de la clavícula y de ocho costillas. Por su parte, el conductor del Seat Ibiza sufrió un traumatismo cranoencefálico y, como consecuencia del siniestro, se agravó la artrosis que ya padecía en la columna vertebral y la pelvis. Su esposa, que viajaba en el asiento delantero, sufrió una cericalgia, mientras que sus hijos sufrieron un esguince cervical y una contusión mentoniana.

Conducción "alocada e irresponsable" a excesiva velocidad

Según la sentencia dictada por el juez del Juzgado Penal número 1 de Maó, el siniestro fue provocado "única y exclusivamente" por la excesiva velocidad a la que circulaba el imputado que, según el documento, "era a todas luces superior a la reglamentariamente permitida e igualmente inadecuada teniendo en cuenta las condiciones de tráfico existentes en aquel momento".

En esta línea, califica la conducción del acusado de "alocada e irresponsable", señalando que creó situaciones de peligro para los demás usuarios de la vía que, a su paso, se veían obligados a realizar peligrosas maniobras para evitar chocar contra el vehículo que conducía.

Por ello, además de los tres años de prisión, el juez condenó al imputado ha abonar diversas indemnizaciones. En concreto, debía pagar 379.186 euros al marido y padre de los fallecidos, 8.856 euros a los legítimos herederos de la madre de la fallecida, 4.064 euros al conductor del Seat Ibiza, 647,20 euros a su mujer, 958 euros al hijo mayor y 245 euros a la hija menor.

Asimismo, el acusado también debía hacer frente al pago de una indemnización de 2.696 euros a la familia del Seat Ibiza por daños y perjuicios adicionales, así como de 11.820 euros a la compañía Villacars SL y 9.500 euros a la empresa de alquiler Avis.