"Las cosas han llegado a un punto que hace falta una profunda remodelación de los mandos de la Policía Local y del propio Cuerpo municipal". Es lo que afirma el portavoz de UPCM, Joan Triay, al considerar que hay "importantes disfunciones" en la dirección de la Policía y "falta de un seguimiento político exhaustivo", con el matiz de "independientemente del tema sindical y sin menospreciar el trabajo de los agentes".
Lo que considera una política "injusta" de sanciones de tráfico ha sido uno de los detonantes de su denuncia. Triay se refiere a que UPCM denunció ante el pleno que las multas de tráfico se dispararon en febrero, según las quejas ciudadanas. "Los agentes imponían sanciones a los conductores por no llevar cinturón sin parar a los vehículos".
Afirma que la respuesta "tan burda" del inspector jefe fue que los vehículos no se paraban "para no entorpecer el tráfico a las once de la mañana en la calle Torre de s'Aigua de Cala en Blanes". Con los datos del número de sanciones impuestas en la mano, UPCM destaca que las multas se dispararon de las 167 en enero a las 467 en febrero.
Por contra, apunta que las multas se han desplomado en los últimos meses. "Tan inadmisible es que se pongan 467 multas en febrero, por excesivo, como que se pongan 48 en septiembre o 50 en octubre para presionar en negociaciones o rechazar la postura mantenida en las mismas por representantes de la Administración", afirma Triay. El portavoz de UPCM cree que las directrices de los mandos apuntan a que se utilizan "para mostrar un mayor o menor grado de empatía o aprobación de las directrices políticas del momento". Y pone el ejemplo de que el aumento de multas de febrero coincidió con la aprobación del anexo de prolongación de la jornada laboral a los funcionarios. Mientras, desde la dirección de la Policía se justificaba el desfase del número de multas con "una excusa torpe para justificar lo injustificable": que por la crisis los ciudadanos utilizan menos el coche, según Triay.
Al respecto opina que "la dirección técnica del Cuerpo no está para encubrir o ignorar los problemas, sino para solucionarlos que para eso ha venido recibiendo unas más que generosas y desproporcionadas remuneraciones".
Informa que "ha habido años" en que entre el inspector y los tres subinspectores han obtenido unos ingresos brutos del Ayuntamiento de Ciutadella superiores a los 250.000 euros al año. Incluso se refiere a que la dirección técnica ha llegado a percibir 71.800,50 euros anuales "cuando el presidente de Balears ese mismo año percibía 72.071,02 euros"; y algún subinspector ha cobrado 63.080,36 euros "cuando un conseller balear cobraba 62.915,62 euros".
Los mandos han presentado un contencioso contra el Ayuntamiento por el decreto que elimina el complemento "XOO", tras la insistencia de UPCM para que los recortes empezaran "desde arriba". Se trataba de un pago anual decretado en 2008 de 6.123 euros para el inspector jefe y de 4.898 euros para los subinspectores "para estar localizables las 24 horas del día los 365 días del año, cuando en sus nóminas ya cobran un plus por este mismo concepto", dice Triay.
UPCM califica de "bochornoso" el contencioso y apela a los mandos a "hacer el esfuerzo a la altura del que están haciendo los ciudadanos".
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