Milà. Las máquinas ejecutan entre el barro la primera fase de las obras de la ampliación del vertedero de Milà que se extenderá a lo largo de nueve hectáreas - Javier

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Las máquinas excavadoras ya han iniciado el movimiento de tierras para ampliar el vertedero de Milà. Operarios de la empresa adjudicataria de las obras, Antonio Gomila S. A., ejecutan entre el barro la primera fase del proyecto que contempla la ocupación de cuatro de las nueva hectáreas de que dispondrá el nuevo Milà.

Los trabajos contemplan una excavación para crear el vaso del vertido y la posterior impermeabilización de la zona, así como la instalación de una red de tuberías para conducir los lixiviados (los líquidos nocivos que genera el vertedero) hasta el punto más bajo del fondo del vaso donde se ubicará un punto de recogida y desde donde se pondrá bombear hacia el sistema general de recogida de lixiviados. Los trabajos también contemplan la construcción de una depuradora y el drenaje de pluviales. El presupuesto de las obras asciende a 2,6 millones de euros y el plazo de ejecución es de siete meses.

Para el conseller de Economía, Medio Ambiente y Caza, Fernando Villalonga, la ampliación de Milà es urgente y necesaria. Y es que el actual vertedero que se extiende a lo largo de seis hectáreas y levanta una montaña de 25 metros de residuos está saturado desde hace varios años. Villalonga advirtió ayer que sea cual sea la nueva tecnología que Menorca utilice en un futuro para el tratamiento y gestión de sus residuos, siempre será necesario un espacio físico que sirva de vertedero.

El conseller de Economía recordó que el Plan Director Sectorial de Residuos, aprobado en 2006, acaba su vigencia a finales de este año y aunque se podría prorrogar, Villalonga es partidario de su revisión y abrir la puerta al uso de nuevas tecnologías para la eliminación de basuras ya que el actual sólo contempla el compostaje. "Sería necesario realizar un informe técnico sobre las tecnologías que pudieran aplicarse en Menorca desde el punto de vista económico, medioambiental y en relación al número de residentes", apuntó el responsable insular.

El debate sobre la modificación del tratamiento de residuos vigente en la Isla desde hace 20 años se ha intensificado en los últimos meses, no sólo por el final del Plan director sino por la novedosa propuesta presentada por la empresa Kroms. Esta sociedad promueve una planta de tratamiento de residuos en la Isla para su conversión en gas y diesel sintético, es decir dar un valor a la basura.

Kroms, que cuenta con el soporte de importantes grupos de inversión del ámbito internacional está dispuesta a invertir 26 millones de euros y encajar su proyecto en la planta de residuos voluminosos de Caritas en Maó. No obstante, el conseller ya ha advertido que el es el Plan Director de Residuos el que determina la ubicación de dichas instalaciones y, además, el tratamiento de residuos esta estrictamente ligado a Medio Ambiente y sujeto a directivas europeas.

Un aspecto que ha llamado la atención de los alcaldes de la Isla es que la empresa Kroms está dispuesta a rebajar un 20 por ciento el precio que ahora se paga en Menorca por tonelada de basura tratada. Este descuento podría representar una rebaja en la aportación de los ayuntamientos para el tratamiento de residuos y en consecuencia una rebaja en el impuesto de recogida de basura. A ellos sea añaden ventajas medioambientales como la disminución de las emisiones de CO2 además el proceso genera al final sólo un 12 por ciento de residuo que sería llevado a Milà lo que permitiría prolongar la vida útil de un vertedero que, hoy por hoy, está abocado a progresivas ampliaciones.